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Guerra en Ucrania, legado tóxico

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- A casi un año del comienzo de la guerra en Ucrania, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que el conflicto dejará un legado tóxico para las generaciones futuras.

 Si bien la extensión y severidad de las consecuencias del conflicto iniciado el 24 de febrero de 2022 requieren ser evaluadas y verificadas, miles de posibles incidentes de contaminación de aire, agua y tierra, así como de degradación de ecosistemas, han sido identificados en un monitoreo preliminar.

 "El mapeo y la detección inicial de peligros ambientales sólo sirven para confirmar que la guerra es literalmente tóxica", alertó Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, quien aboga por detener la guerra para evitar más daños.

Osnat Lubrani, ex coordinadora residente de las Naciones Unidas en Ucrania, apuntó en un comunicado que los millones de ucranianos desplazados necesitarán un medio ambiente seguro y sano para que puedan volver a casa.

 "Tan pronto como acaben los combates, y deben terminar pronto, se debe apoyar una operación colosal de limpieza", enfatizó.

 

Impacta a biodiversidad

 Una víctima más del conflicto es la naturaleza, apunta el reporte publicado en octubre de 2022. Ya que las hostilidades se han llevado a cabo en casi todos los corredores naturales de importancia para Ucrania, los daños a la vida silvestre han sido severos.

 El 20 por ciento de las áreas de conservación de la naturaleza han sido afectadas por el conflicto. Algunos desplazados tuvieron que buscar refugio ahí y, sin darse cuenta, causaron daños a entornos naturales con sus desechos. 

 En mayo, por ejemplo, los fuertes bombardeos en la región de Lugansk provocaron incendios que arrasaron cerca de 15 mil hectáreas.

Algunos reportes mencionan la matanza deliberada de animales de granja, en especial de vacas. Otras especies de zoológicos murieron por frío, hambre o lesiones, mientras que el abandono de mascotas ante la imposibilidad de los desplazados de llevarlas consigo causó la formación de manadas de perros en situación de calle en las ciudades, lo que incrementa el riesgo de propagación de rabia.

 Científicos estiman que alrededor de 3 mil delfines han fallecido en el Mar Negro. Ahí fueron atacadas con misiles tres plataformas petroleras en junio, que se incendiaron. Aunque no está confirmado, es posible que hayan causado contaminación marina.

  Además, las fuerzas armadas ucranianas aseguran que 15 embarcaciones fueron hundidas en el puerto de Berdiansk. Algunas transportaban cientos de toneladas de combustible, por lo que existe la posibilidad de daños al ecosistema marino.

Contamina al ambiente

 Autoridades de Ucrania confirmaron que hasta junio de 2022 se registraron siete incidentes de liberación de químicos tóxicos industriales debido a las actividades militares.

El PNUMA no pudo comprobar el uso de agentes de guerra química, pero en redes sociales se han publicado fotos y videos de supuestas liberaciones deliberadas de tales productos en Mariupol.

Al menos se destruyó una bodega con medicinas y materia prima en Kiev, aunque se desconoce su impacto ambiental. Refinerías de petróleo, al igual que infraestructura de procesamiento, también han sido dañadas 

Las evaluaciones de impacto ambiental están en proceso, pero se cree que el aire resultó contaminado por la quema de los combustibles que almacenaban.

 La infraestructura de gestión de residuos, incluida la de residuos peligrosos, es otra que ha sido impactada. En abril, señala el informe, una instalación fue atacada por un misil en Ternópil. Residuos del arma dañaron seis reservorios con fertilizantes naturales. Con pruebas in situ se detectó exceso de amonio en el suelo y en el río Ikva.

  Otro problema es la gestión de los residuos biológicos y de animales, especialmente porque se perdió alrededor del 15 por ciento del ganado del país. Las autoridades enterraron a la fauna en sitios certificados donde se añadían desinfectantes a los cuerpos. Ante una cantidad tan grande, se deberá realizar una disposición final adecuada en menos de tres años para evitar contaminar el suelo y las aguas subterráneas.

 Incidentes con residuos radioactivos y de liberación de radiación también han ocurrido, como la toma de la central nuclear de Chernobyl por fuerzas rusas en febrero de 2022, que ocasionó la dispersión de polvo por el movimiento de vehículos militares y, como consecuencia, un aumento en la radiación de la zona.

  Las instalaciones de minería y de gestión de residuos sólidos sólidos urbanos son otras impactadas. La situación empeora porque los ataques con misiles a lo largo de Ucrania han resultado en cientos de toneladas de chatarra de metal provenientes de equipo militar e infraestructura, y millones de toneladas de escombros de edificios por la destrucción de centros urbanos.

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