Agencia Reforma
Lucero Juárez Santiago, quien posee alta especialidad en Medicina del Sueño, comenta que el aislamiento social, los cambios de horarios y la falta de actividad provocados por la pandemia detonaron complicaciones al dormir.
De ahí nacieron los conceptos de "Coronasomnia" o "Covidsomnia" para denominar los trastornos que se han desencadenado en quienes ya estuvieron contagiados, pero también entre aquellos que no han tenido el virus.
"El miedo a la enfermedad o ante su evolución hace que nuestros hábitos no sean los mismos y puede presentarse somnolencia por las mañanas y dificultad para conciliar el sueño, entre otras cosas", explica Juárez.
La egresada y colaboradora de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM comenta que en pacientes hospitalizados que ya experimentaban afecciones emocionales o mentales había propensión a presentar complicaciones nocturnas.
"El sueño se relaciona con los trastornos neuropsiquiátricos: se ha reportado que un 50 a un 80 por ciento de los pacientes que tienen ansiedad y depresión presentan trastornos del sueño", dice la inmunóloga de la UNAM.
"A mayor estrés postraumático por la pandemia, hay una alta incidencia o prevalencia de insomnio".
De igual forma, en contagiados con SARS-CoV-2 se encontró una correlación con la apnea obstructiva del sueño, un síndrome en el cual se viven pausas respiratorias o disminución del flujo aéreo hacia los pulmones.
"Los pacientes que presentan Covid-19, por las complicaciones pulmonares en una infección grave, pueden desarrollar fibrosis pulmonar y por ende, apnea", señala Juárez Santiago.
Secuelas
En pacientes con COVID-19, se observa:
60% insomnio
41% sudoración nocturna
36% dificultad para respirar
33% sueños vívidos
18% síndrome de las piernas inquietas
10% apnea
Fuente: The Lancet, encuesta en Gran Bretaña