Vanguardia publicó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021 (ENIF) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México sólo el 4.3 por ciento de la población de entre 18 y 70 años no tiene deudas, esto es, más del 95% del total sí tienen créditos o deudas pendientes.
La encuesta destaca que apenas la mitad de los mexicanos separan el dinero para el pago de deudas y 41.5 por ciento lleva un registro de los recibos pendientes por cubrir.
Daniel Rojas, CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera, expuso:
“La falta de educación financiera es una de las principales causas de los altos niveles de endeudamiento en el país y esto va más allá de no saber hacer un presupuesto o gestión de gastos, también se relaciona con el desconocimiento del uso de los instrumentos financieros, pues si bien los créditos son para resolver problemas de liquidez inmediata, muchas veces terminan convirtiéndose en deudas difíciles de pagar”.
Según datos de Rocket.la, el 18% de los usuarios tienen deudas que requieren un plan financiero a largo plazo para sanear su historial de crédito y en un futuro aspirar a otros productos y servicios.
Daniel Rojas indica que un fondo de emergencias es un proyecto clave para mantener una buena salud financiera; sin embargo, no todas las personas saben cómo empezarlo o consideran que sus compromisos financieros no les permiten contar con este ahorro.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) el 39 por ciento de las personas que ahorran de manera formal lo hacen pensando en enfrentar algún imprevisto; 29% lo destina a futuros gastos personales; 25 por ciento para la educación y 8 por ciento para abrir un negocio.
El experto señala que no existe un monto ideal para un fondo de emergencias, ya que esto dependerá mucho de las características financieras de cada persona; nivel de ingresos, nivel de gastos mensual, nivel de endeudamiento, entre otros factores a considerar.
Sin embargo, la sugerencia general es tener mínimo tres meses de ingresos en el fondo de emergencia; no obstante, un monto más adecuado podría ir de 6 a 12 meses.
