Ante la temporada de Semana Santa donde se acostumbra comer productos del mar, la organización ambiental Oceana, alertó a los consumidores sobre la venta de un pescado proveniente de Asia de menor calidad, que está cobrando terreno en México por su bajo costo, sustituyendo al pescado mexicano.
La directora de esta organización Mariana Aziz, aseguró que este pescado extranjero está abarcando los mercados, locales y restaurantes que compran el producto a menor precio, pero a los consumidores se lo venden a precios altos.
En tanto, recomendó que para la Semana Santa y la compra de productos del mar, es no pedir el filete ya cortado o hecho, sino que lo lleven a rebanar a la mesa para tratar de identificar el pescado, además que se puede solicitar el ejemplar completo antes de consumirlo o acudir directamente, por ejemplo, con el chef. Otra de las recomendaciones es preguntar de dónde viene.
Pescado de baja calidad
Aseguró que las especies con esta problemática son principalmente huachinango, robalo, sierra y curvina, pero se ha logrado detectar que la más afectada es marlín que en 100 por ciento ya está sustituida por la especie "basa" que proviene de China y Vietnam.
"Hasta el momento no se conoce el trayecto que recorre el pescado desde el barco hasta el plato, es decir, desde que se captura hasta que llega a su punto de venta, por ello no conocemos de dónde viene y si se respetan las normas y medidas de las autoridades. Hasta el momento no sabemos qué es lo que comemos, porque nos dicen que nos venden una especie y es otra completamente distinta", aseguró Mariana Aziz.
La experta detalló que la especie más utilizada es "basa" que viene de proceso de apicultura a bajos costos, sin embargo, al momento de acudir a comprar los ejemplares los comercializan como huachinango, robalo, sierra, curvina y marlín, cuando en realidad son ejemplares de menor calidad. "El costo aproximado de filete de basa oriental es entre 80 y 100 pesos, cuando el de huachinango es de 200 a 300 pesos, de marlín, de hasta 500 pesos", aseveró.
Ante este panorama, dijo que es una competencia desleal entre los pescadores mexicanos y los productos de importación, aparte que a los consumidores los engañan y les dan "gato por liebre" porque el final no se conoce o se sabe identificar a los ejemplares, por lo que se abusa de los costos.
Además, Oceana impulsa una Norma de Trazabilidad para que se conozca de donde proviene cada especie hasta su comercialización legal, así como el término de la pesca ilegal; también aclaró que no es lo mismo consumir tilapia mexicana que la de Asia, debido a que viene de un proceso sumamente industrializado y de un largo viaje.
Con información de La Razón.
