Un niño de 11 años identificado como Jerick "N", decidió quitarse la vida al no ser aceptado por sus papás tal como era, pues de acuerdo a la carta de suicido que dejó, al pequeño le gusta escuchar corridos tumbados, sobre todo a Peso Pluma

Los hechos ocurrieron en el municipio de Piedras Negras, Coahuila, cuando el padrastro del menor, identificado como Martín Adrián, lo buscó en su cuarto para despedirse de él, antes de salir a trabajar.

Al no hallarlo, comenzó a buscarlo por toda la casa, hasta que llegó al patio trasero y fue ahí donde se encontró con la espeluznante escena del cuerpo de Jerick colgado de un árbol, utilizando una cuerda.

Posteriormente encontraron la carta que dejó el menor antes de quitarse la vida en donde expresó su profundo desespero por no ser aceptado por sus padres ya que amaba la música del cantante Peso Pluma, razón por la que vivía en constante vigilancia y opresión por parte de su familia. 

Al final de su mensaje pidió perdón por su acción y expresó su cansancio por la falta de libertad de vestir y de poder escuchar a su ídolo tapatío. 

Los padres del ahora extinto, eran conscientes de la fuerte admiración que tenía por el cantante, hasta el punto de considerarlo una obsesión, lo que los llevó a tomar medidas drásticas para protegerlo de la influencia de sus letras. 

El debate por los corridos tumbados 

Hoy en día, los corridos tumbados y cantantes como Peso Pluma, Junior H, Natanael Cano, entre otros, son los más escuchados por las generaciones actuales, posicionando las canciones en los tops mundiales en plataformas como Spotify.

Esto ha desencadenado cientos de debates entre padres de familia y sociedad mexicana, ya que las letras de las canciones de ese subgénero del corrido, afirman, fomenta la violencia, a la romantización del narcotráfico y el consumo de sustancias ilícitas.