¿Cómo llevarías el pan a tus hijos? Ella es albañil y de las buenas

En este 3 de mayo en México se celebra a las personas que se dedican a la construcción y entre éstas a María Pérez Tavera, una mujer que decidió aprender el noble oficio de la albañilería.
Decide romper estereotipos
Excélsior publicó que María, de 40 años de edad, es el sustento de su familia pues es madre de tres hijos. Ella recuerda que luego de que terminó su matrimonio su mundo se vino abajo porque no tenía trabajo.
Con la responsabilidad de tres bocas qué alimentar, decidió salir de casa en busca del alimento.
Empezó desde abajo
Indicó que descubrió una obra de construcción cerca de casa y pidió trabajo. Señala que primero fungió como ayudante en general para cargar, barrer y pintar.
Se supera en su oficio
Debido a su constancia fue aprendiendo el oficio para el que se necesita fuerza, maña y un carácter fuerte para evitar el acoso sexual, para no ser sobajada o sometida en un oficio de "hombres".
Refiere que "es un trabajo habitual para los hombres, entonces, de pronto, trabajando me toca a entrarle a la par como ellos, desde cargar material, desde hacer lo mismo que hacen y, a veces, tengo que ponerle más empeño, porque sino se hace más complicado, porque por el hecho de ser mujer, a veces, no nos dan la oportunidad de trabajar".
Muestra orgullo de lo que hace
María subraya que hoy en día tiene el rango de oficial en pintura, además que hace impermeabilizaciones, tablaroca y trabajos de albañilería.
Expone: "Me dedico al acabado de interiores, ese es mi oficio: soy oficial en pintura, medio oficial en pasta y ayudanta de tablaroquero y de pronto hago chambitas extras, pero todo tiene que ver con la construcción".
Le gusta usar zapatillas
La mujer revela que todos los días prepara su mochila con martillos, pinzas, desarmadores, punzones, su ropa de trabajo y botas llenas de mezcla, pero esto no le impide el uso de zapatillas, vestidos o faldas y maquillaje.
María indica con orgullo: "Soy albañila, que no se me note cuando llego a la chamba y que no se me note cuando me voy. Nada tiene que ver el hecho de que trabaje en algo así, y tengo yo ese lado femenino, la verdad es que yo llego a la obra, me gusta usar tacones, me gusta usar medias, me gusta usar ropa linda, no. Siempre yo, aunque ande toda polveada me enchino las pestañas, me gusta verme linda”.
También afirma: "no necesito ir al gimnasio". Esto porque debido al trabajo se mantiene en forma.