Rodrigo Velásquez Torres
Hace mucho, mucho tiempo, mucho antes que internet existiera, había un mundo más lento. Hace solo unas décadas, antes que existieran las redes sociales, las personas solían compartir más momentos juntos. Hace solo unos días, la inteligencia artificial parecía algo irreal y de ficción; ahora está cada vez más presente. ¿En qué momento se volvió todo tan extraño? Ahora, para una máquina electrónica, verifica si eres un humano preguntándote por panqués o cebras peatonales. Ahora que existe internet, todo se mueve más rápido.
Para los nacidos en este siglo, internet es algo natural. Son personas que aprendieron a usar una tablet antes de ir a la escuela. Para los nativos digitales es impensable un mundo desconectado. Para ellos, internet está en todos lados y es impensable una sociedad desconectada.
Inmersos en la tecnología
El sociólogo Manuel Castells denomina esta era como "sociedad red", una época en la humanidad en la que la conectividad ha permitido a la sociedad mutar para pasar a un nuevo estadio basado en el control de la información y la comunicación.
Si bien la sociedad red se sustenta en una constante interacción en torno a quien controla la información y cómo se permite o no su uso, además de para quién y de qué manera la comunicación se lleva a cabo, también es una realidad que como sociedad humana (antes de sociedad red) nunca habíamos estado tan inmersos en la tecnología y todavía desconocemos los alcances que esta tendrá en el futuro de la humanidad, de tal manera que esa interacción por el control de la información se vuelve una lucha por el control de la verdad.
En la sociedad red, la información viaja a velocidades hiperlumínicas. Ante tal panorama es necesario preguntarnos si, como seres humanos, nos estamos preparando para procesar tanta información. Nunca en la historia de la humanidad un ser humano había estado expuesto a tanta información. En un solo días procesamos más letras e imágenes que una vida promedio en la edad media. La vastedad de información que nos rodea, ha conseguido una mutación social de la cual apenas comenzamos a ser testigos de su presencia.
La velocidad con la que nos comunicamos en esta sociedad red ha llevado a transformaciones sociales que han modificado la manera en que el ser humano interactúa consigo mismo y con sus pares. Ahora preferimos estar conectados con todo el mundo, pero desconectados de nuestro primer entorno. Hemos cambiado la comunión en “comunidad”, por la inmediatez en solitario. Ahora preferimos estar conectados intentando descifrar las verdades de la inteligencia artificial para evitar el contacto con la “inteligencia” humana. Hemos creado un espejo electrónico en el que esperamos vernos reflejados tal cual somos; pero, ¿nos gustará nuestro reflejo?
Si bien la sociedad red es ya una realidad, quizá sería conveniente preguntarnos si, desde la web 1.0, hasta las redes sociales hemos sido capaces de movernos a la misma velocidad que las transformaciones tecnológicas o si en realidad ahora más que nunca vivimos en una "sociedad enredada", puesto que estamos conectados para todo el mundo, pero desconectados de nosotros mismos.
Contacto y réplica
"Si bien la sociedad red es ya una realidad, ahora más que nunca vivimos en una sociedad enredada puesto que estamos conectados a todo el mundo, pero desconectados de nosotros mismos".
