Israel García Reyes
Hoy se dio a conocer que investigadores de la Universidad Médica de Viena calculan que los humanos consumen alrededor de cinco gramos de pequeñas partículas de plástico cada semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito o débito.
Refieren que las partículas de plástico llegan a la cadena alimentaria humana a través de los desechos de los envases, ingresan al cuerpo a través de la sal marina, los mariscos y el agua potable que se consume.
El estudio publicado en la revista Exposure & Health detalla que los nanoplásticos, que tienen un tamaño inferior a 0,001 milímetros, y los microplásticos, que tienen entre 0,0001 y 5 milímetros, tienen la capacidad de cambiar la composición del microbioma intestinal humano, lo cual provoca estragos en el intestino.
A su vez, los cambios en el tracto gastrointestinal del plástico están relacionados con enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes y la enfermedad hepática crónica, respectivamente.
Los investigadores también descubrieron cómo estos diminutos plásticos se abren paso en nuestro tejido intestinal, siendo que las partículas de plástico activan la inflamación y la respuesta inmunitaria, y hay evidencia que sugiere que los nanoplásticos específicamente “desencadenan vías químicas involucradas en la formación de cáncer”, según los estudios más recientes.
También se informó que beber la cantidad recomendada de agua, de 1.5 a 2 litros diarios, solo a través de botellas de plástico introducirá 90,000 partículas de plástico al año en el organismo.
En tanto, aquellos que bebieron la misma cantidad de agua del grifo también ingieren cerca de 40,000 partículas de plástico anuales.
Asimismo, el estudio advierte que los efectos del plástico en la salud “pueden ser irreversibles.
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