El profesor de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Mario Olivera Osorio, salió libre ayer en la madrugada del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 2 de Occidente, en Puente Grande, Jalisco, donde estaba internado por su supuesta participación en el secuestro de los hermanos Álvarez Benfield.
El ex presidiario fue detenido en mayo de 2013, junto con otros profesores y personas vinculadas a organizaciones sociales, principalmente al Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca (FACMEO).
Junto a Lauro Atilano Grijalva, Damián Gallardo Martínez y Sara Altamirano Ríos, fue acusado de participar en el secuestro de los hermanos Juan José y Alexa Álvarez Benfield, sobrinos del entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani.
A su salida del penal, dijo que fue puesto en libertad por el juez que lo absolvió de la causa porque no se encontraron elementos para ser procesado por el delito de secuestro.
Explicó que su encarcelamiento obedeció a una represalia del Estado mexicano por su participación en la lucha social en contra de la injusticia y la impunidad.
“Eso fue, no otra cosa”, asentó.
Además, destacó que su desempeño en las aulas siempre ha sido comprometido durante 27 años de servicio.
“Quienes me conocen saben de mi trabajo educativo como profesor de grupo y como director”.
Destacó que fue detenido por la policía sin alguna orden de aprehensión y posteriormente fue torturado para admitir su culpabilidad en el secuestro.
Olivera Osorio dijo que la práctica de la tortura quedó demostrada con la aplicación en su persona del Protocolo de Estambul.
“Ahí quedó de manifiesto cómo trabaja la justicia mexicana”, apuntó.
