Israel García Reyes
Expertos advierten sobre las repercusiones en la salud por el uso excesivo del teléfono celular.
Jessica B. Schwartz, una fisioterapeuta que radica en Nueva York y es portavoz de la Asociación Estadounidense de Fisioterapia refiere acerca de de los efectos que puede tener en nuestro cuerpo el uso del teléfono:
“No sabemos mucho”.
Sin embargo, refiere que han visto más pacientes que nunca que se presentan a consulta con dolores y malestares de articulaciones y tejido blando tales como tendinitis en los dedos, pulgares, muñecas, codos, cuellos, hombros y espalda alta, advirtiendo que estos males tienen relación con el empleo de teléfonos móviles.
B. Schwartz expone que cuando texteamos o navegamos por internet en nuestros teléfonos, a menudo usamos nuestros músculos y articulaciones de maneras que los tensan:
"Mirar hacia abajo para ver el teléfono, así como sostenerlo en las manos con nuestras muñecas flexionadas mientras nos desplazamos por la pantalla o escribimos requiere que nuestras articulaciones y nuestros músculos hagan cosas distintas a las que dicta su evolución: estar en la misma postura durante mucho tiempo, sostener mucho peso y moverse en repetidas ocasiones en un corto rango de movimiento".
Renee Enriquez, una especialista en medicina física y rehabilitación en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, en Dallas, detalla que estas posiciones y movimientos pueden ejercer “presiones indebidas” sobre articulaciones, músculos, tendones y ligamentos “que simplemente no están acostumbrados a permanecer en esa posición durante mucho tiempo”.
De este modo, con el paso del tiempo, estas acciones pueden causar inflamación, lo que podría provocar dolor y otros problemas.
En tanto, además de los dolores que puede originar la inflamación de ligamentos, articulaciones, músculos, tendones y sus recubrimientos, las personas pueden experimentar lesiones graves por el celular. Jennifer Moriatis Wolf, una cirujana ortopédica de manos en el Centro Médico de la Universidad de Chicago, indica que ha visto a pacientes que presentan esguinces en el pulgar por agarrar su teléfono con fuerza excesiva.
Schwartz apunta que el uso frecuente del móvil también puede afectar los nervios. Cuando sostenemos nuestro teléfono frente a nosotros con los codos doblados, comprimimos el nervio cubital (o ulnar), que va del cuello a la mano. Esta opresión puede causar entumecimiento y debilidad en los dedos meñique y anular.
Enriquez refiere que cuando cualquier músculo, tendón o ligamento se inflama debido al uso del teléfono inteligente, se puede hinchar, lo que aprieta los nervios que corren a través de él y genera dolor o entumecimiento.
Wolf considera que el uso del celular también podría exacerbar problemas preexistentes en los nervios, tales como el síndrome del túnel carpiano y hay que considerar la tensión que los teléfonos inteligentes pueden causar en tus ojos y la afectación que la luz azul puede generar en tus ciclos de sueño, respectivamente.
Cuello de texto
Jason M. Cuéllar, médico ortopédico especialista en columna en el Centro Médico Cedars-Sinaí en Los Ángeles y en el JFK North Hospital en West Palm Beach, Florida, habla del “cuello de texto”, cuyo problema se desarrolla cuando te encorvas para mirar tu teléfono: en comparación con sostener la cabeza derecha, esta posición agachada incrementa la fuerza que ejercen tus músculos del cuello y las vértebras cervicales.
Cuéllar señala que el exceso de fuerza puede debilitar los ligamentos en la columna con el paso del tiempo y causar dolor. Un estudio de 2017 descubrió un vínculo entre textear y el dolor crónico de cuello, hombros y espalda alta.
Abunda que las vértebras cervicales de algunos pacientes jóvenes de Cuéllar también están torcidas de maneras anormales, exponiendo que esto podría estar relacionado con el uso frecuente del teléfono inteligente y podría incrementar el riesgo de problemas de espalda.
Finalmente, considera: “Creemos que esto causa una degeneración acelerada de los discos” vertebrales. “Estamos viendo más jóvenes, en sus veintitantos y treinta y tantos años, con problemas de vértebras cervicales”.
FOTO: El Nacional
