El COVID-19 ha repercutido en el mundo, sobre todo en la industria del modelaje. Y es que las bellas mujeres que encantan en las pasarelas y en las campañas más importantes del planeta viajaban por todo el mundo como parte esencial de su trabajo.
Hoy, muchas pasarelas como la de MBFWMx cambian de formato al pasar a digital y se encuentran suspendidos los shootings y anuncios, los cuales lograban a reunir a muchas personas, provenientes de muchos países, en un estudio.
Algo preocupante, pues stylist, fotógrafos, maquillistas, productores y modelos se verán perjudicados directamente ante la suspensión de estos eventos. Por ello hemos platicado con tres modelos mexicanas que quedaron atrapadas fuera del país por esta contingencia.
Diana Flores reside en Milán, uno de los municipios más afectados de Italia, desde hace siete meses, lugar donde viajó en busca de oportunidades en el modelaje europeo.
"No tenía ningún trabajo seguro, casi todas las chicas viajan mucho para ver cómo les va, y ahí deciden si se quedan un mes, dos o más. Yo tuve la suerte de comenzar desde mi segunda semana estando acá", externa.
La mexicana trabajaba en el 'showroom' de la firma MARNI, pero ante el cierre de emergencia de Lombardía, los compradores se vieron imposibilitados de asistir a sus citas y los desfiles próximos que se tenían programados se anularon. El bloqueo entre fronteras comenzó un domingo y ella tenía programado regresar a México el siguiente miércoles, por lo que espera volar pronto.
Daniela Dominique comenzó esta aventura al modelar para Hugo Boss en Berlín, Alemania, pero ahora la oferta laboral se ha parado, asegurando así, que su primer boleto de avión tendrá como destino su hogar para encontrarse con su familia.
"Aquí el gobierno ayuda económicamente a los artistas por tres meses, un gran apoyo para todos nosotros", comparte esta joven quien ha hecho cubrebocas caseros para sus amigos mientras espera en su departamento. Además, asegura que el ámbito creativo prevalecerá con producciones más simples, pero sin duda, más creativas y empleando medios digitales.
Nancy Moeller se mudó a Nueva York, Estados Unidos, hace tres años, con el sueño de trabajar en una revista de moda, pues es egresada de la Universidad Estatal de San Diego con el título de periodista, pero la vida hizo lo suyo y terminó firmando un contrato como modelo con Wilhelmina Models.
"Actualmente la industria está paralizada y ha sufrido de grandes pérdidas en cuestión de ventas y producción, pero creo que para que el mundo del fashion funcione siempre se necesitarán modelos. Siento que a la economía le tomará tiempo reajustarse, y temo que obtendremos pagos más bajos por los mismos trabajos de antes", confiesa quien también espera rencontrarse con su familia en este mes de mayo.
Pero ante esto ha recibido castings para campañas 100 por ciento digitales, la mayor parte destinados a perfiles que tengan experiencia en fotografía, vídeo, iluminación, peinado y maquillaje, teniendo la asesoría de una productora y estilista a distancia, algo a su favor, pues también es blogger.
