Con un toque de misticismo y encanto, las piezas de marroquinería de Sello Ocho buscan convertirse en el amuleto de la suerte de quienes las portan.
Para Sandra Ramírez, diseñadora de la marca, es primordial crear accesorios funcionales con una estética especial que se adapte a la personalidad de sus clientes y que además sean únicos en el mercado.
"Toda la vida busqué crear algo universal, para cualquier persona, sin importar la talla o la complexión. En las bolsas encontré la manera de reflejar mis ideas", contó la creativa.
Sello Ocho aparece en el 2018 con un nombre que hace referencia a la magia de ese dígito, el cual simboliza la transición entre el cielo y la tierra, así como el infinito. Significados que reflejan la filosofía de la marca: dejar una huella infinita en las personas por medio del diseño.
La fascinación de Ramírez por la astrología y el universo se ha convertido en la inspiración de cada pieza con siluetas que se adaptan al estilo de vida actual y son cómodas.
Las propuestas de esta diseñadora están elaboradas en piel con procesos artesanales y responsabilidad sustentable, pues además de ser un material que no contamina, su producción no va más allá de 20 piezas por modelo, impulsando la cultura del "slow fashion".
La muerte de una estrella, el nacimiento de una nueva o el significado de los signos zodiacales son algunos de los temas que se plasman en cada bolso, tarjetero o porta pasaporte.
Cada colección se complementa con una gama de colores que remite a los cuatro elementos de la naturaleza, así como al espacio y las constelaciones.
"Lo que me encanta de mis diseños es que la piel evoluciona y deja sus propias marcas, creando complementos irrepetibles. Además de que poseen la energía de todas las personas que tuvieron que ver con la realización, todas tienen vibras positivas", contó la diseñadora.
Sello Ocho reinventa lo clásico para brindar experiencias excepcionales. Encuentra todos los modelos de la marca en su 'showroom' ubicado en Espacio 312 o en su tienda online www.selloocho.com.
