CIUDAD DE MÉXICO.- Tom Ford es un diseñador de renombre, pero también es un director de cine extremadamente meticuloso y obsesivamente aplicado en los detalles, como pudo comprobar Aaron Taylor-Johnson.
El actor trabajó para el artista estadounidense en el filme Animales Nocturnos, cinta protagonizada por Amy Adams y Jake Gyllenhaal.
Y la experiencia tan fue memorable, según comparte el británico en entrevista exclusiva, que no tiene empacho en asumirse como "totalmente Tom Ford".
¿Es cierto que Tom es tan meticuloso que hasta se fija en la manera en la que respiras ante la cámara?
¡Ay, Dios! ¿Quién te contó eso? ¡Se supone que no se debería saber! Pero sí, se fija mucho en la manera en la que respiras, te hace pensar si tu aparato respiratorio está bien, de pronto grita: '¡Cuidado, tu respiración es muy lenta y no corresponde con la excitación de tu personaje!'. Quizás resultaría algo obvio para muchos, pero no para él. Te hace observaciones hasta en eso.
¿Crees que por ser diseñador de modas tiene un sentido de la estética y del orden distinto al de cualquier otro cineasta?
Sí, por supuesto. Es una fascinante verlo trabajar y apreciar sus observaciones sobre todo: el set, la iluminación, los acabados...
"Hizo un estupendo equipo con Meg (Everist) y Christopher (Brown), la decoradora y diseñador de arte, porque siempre hablaron de la importancia de la imagen y de lo mucho que debía quedar en 'el ojo de la pantalla'... ésa es una definición muy de Tom: 'ojo de pantalla'. Se refiere a tener completo el cuadro.
¿Les regala o les presta trajes de su firma para las premieres o el uso diario? ¿Al menos les da un descuento?
Ja ja ja. Sí, para las premieres nos pone a su disposición a Marianne, una de las chicas de su equipo que nos proporciona el traje que nos guste y como lo necesitemos. Hay descuentos siempre, pero yo, la verdad, sólo tengo un Tom Ford, no necesito más.
"No sé si le pediría prestado algo para una fiesta o alguna ocasión especial que no fuera trabajo; probablemente me daría pena. Pero sí, soy totalmente Ford.
Tu esposa, Sam Taylor-Johnson, es cineasta y se nota que le gusta vestirse bien... ¿ya le presentaste a Tom?
Lo conoció en el set, cuando rodamos la película, y él tuvo un magnífico gesto con ella al invitarla a un almuerzo, sólo ellos dos. Conversaron mucho, y aunque a ella le gusta su estilo, lo que más le cautivó de él fue su alto sentido de la estética. Dice que tiene mirada clínica para embellecer hasta lo más feo.
Dicen que en un set de filmación siempre hay consentidos ¿quién era el o la consentida de Tom?
¡Déjame pensar! No sé si consentidos, pero podría decir que la relación más cercana la tuvo con Jason (Blumenfeld), que era uno de sus asistentes de producción. Y quien trabaja en cine se da cuenta dee que tener un asistente eficiente y visionario es una bendición.
"Y, bueno, Amy (Adams, la protagonista) lo cautivó. Es que es una mujer espectacular y súper dedicada".
Uno pensaría que, por ser Tom Ford, el vestuario de la película lo diseñaría él. Pero no, contrató a Arianne Phillips, una experta que es súper amiga de Madonna...
Pues sí, tú lo has dicho, es experta y sabe lo que quiere. Creo que podríamos diferenciar entre diseñar moda de alta costura y diseñar moda cinematográfica; son dos grandes variantes y Tom supo complementarlo a la perfección.
"Arianne conoce a la perfección la industria del cine, tiene mucha sensibilidad para los personajes, ha sido nominada a dos Óscares, sabe cómo tratar a las superestrellas".
¿Percibes a Tom Ford como una superestrella?
¡Claro! Hay superestrellas en cada rubro, desde las ciencias exactas hasta las artes y la filantropía. Lo malo es que no siempre las destacamos como debe ser.
"Hay superestrellas de ONGs que no conocemos, de política... por ejemplo Aaung San Suu Kyi, líder natural en Myanmar por todo su sacrificio político. Y, sí, Tom me parece una estrella porque es un genio y ha sabido explotar su potencial".
