GUADALAJARA, Jalisco.- Arquitecta de profesión, Mónica del Arenal ha sido un personaje clave en la cultura tapatía de los últimos años, con una preocupación fundamental por llegar a límites poco explorados en la gestión cultural local.
La comunidad, las bases sociales y los grupos poco identificados con la "alta cultura" han sido algunos de sus vínculos cuando dirigió el Museo de la Ciudad, así como la defensa, rescate y notoriedad del patrimonio arquitectónico del siglo pasado en Guadalajara.
Del Arenal ahora dice adiós a la Perla Tapatía, acaba de ser nombrada Consejera en Asuntos Culturales y Educativos de la Secretaria Relaciones Exteriores (SRE) en el Instituto de Cultura Mexicana (ICM) en la Ciudad de San Antonio, Texas, uno de los dos brazos culturales que la dependencia tienen en Estados Unidos -el otro se encuentra en Washington-.
En este lugar, fungirá como un vínculo entre la identidad mexicana, la comunidad migrante y todos los interesados en la expresiones de este lado de la frontera norte.
Esta responsabilidad representa un cambio en sus labores recientes, orientadas más al patrimonio físico de la Ciudad, --fue una de las gestoras del proyecto La Ronda, que creó mapas para realizar recorridos para apreciar la arquitectura de los modernistas, de la zona de Las Colonias, así como la obra de Luis Barragán o los puntos neurálgicos de la Calzada Independencia--.
"Definitivamente es un espectro distinto, porque es cultura mexicana, no nada más es patrimonio cultural edificado o urbano, sino todo lo tangible e intangible, entra, por ejemplo, el tema de la música, la danza, la gastronomía, prácticas que si bien tienen un soporte material, son efímeras", explica Del Arenal.
¿Tiene idea de lo que va a enfrentar?
Estoy leyendo estadísticas, porque nunca he estado en San Antonio ni en Texas. Me enfrento a que el 60 por ciento de la población es latina, no nada más mexicana; la migración también está dividida, unos son los que van a trabajar, para mandar divisas a México y también hay otros, sobre todo regiomontanos, que con las olas de violencia se fueron a vivir allá. Es un fenómeno complejo, al no ser una ciudad fronteriza, la dinámica es muy distinta.
¿Cómo llegó esta oportunidad?
Fue una sorpresa porque no hubo gestión de mi parte, más bien la dirección se encargó de revisar perfiles recientes. Les interesó mi perfil, supongo porque he trabajado en el tema de unir a la comunidad con el tema de la cultura, acercar a distintos grupos que no necesariamente se reconocen como culturales.
¿Cuál será el mayor reto?
"Uno de los retos es quitar la etiqueta de 'cultural', porque eso representa una barrera. Hay muchas personas que no van a un centro cultural, porque se autoexcluyen, no se identifican con un lugar, se imaginan algo elevado o incomprensible y creo que la cultura no debe ser una cosa de expertos para expertos.
¿Deja proyectos pendientes?
Los estoy terminando, tengo el borrador de La Guía de Arquitectura de Guadalajara, la entrego y al día siguiente me voy. Estoy impartiendo clases en el Tec y voy a dar sólo la primera parte de un taller de verano sobre patrimonio arquitectónico.
¿De qué trata este proyecto de La Guía...?
"Reúne los barrios, las colonias, incluso los fraccionamientos del Siglo 20, edificios y espacios públicos emblemáticos, tiene énfasis en el Siglo 20, pero se habla además de arquitectura neoclásica y del virreinato. Se compilan 10 zonas y la idea es presentarlo en la FIL".
