SECRETARIA DE ESTADO Y DEL DESPACHO DE GUERRA Y MARINA. Sección 4. CIRCULAR.
[En manuscrito: Cumplido]
[Al margen izquierdo:
Marzo 19 /861
Recibo. Publíquese]
Excelentísimo señor.
El Excelentísimo señor Presidente, que desea hacer desaparecer de la República todos esos títulos que nos legara como reliquias de su pasado poder el gobierno virreinal, y que propios de las monarquías y de los gobiernos despóticos, son incompatibles con los sistemas republicanos, donde la igualdad, tanto respecto de derechos como de tratamientos, debe ser el único título de los ciudadanos, me previene haga saber a Vuestra Excelencia, como tengo la honra de hacerlo, que quedan suprimidos desde esta fecha todos los tratamientos que se habían acordado a los jefes superiores del ejército por la ordenanza del mismo y demás leyes vigentes sobre la materia, y que dichos tratamientos se sustituyan en lo sucesivo con el honroso título de ciudadano.
Me previene también manifieste a Vuestra Excelencia, que esta disposición no solo comprende a los individuos del ejército permanente, sino a todos los jefes que perciban sus haberes del tesoro federal.
EI Excelentísimo señor Presidente se promete que Vuestra Excelencia mandará publicar esta comunicación en el periódico oficial, e insertarla en la orden general para conocimiento de la fuerza que guarnece esa plaza.
Acepte Vuestra Excelencia las sinceras protestas de mi aprecio y consideración.
Dios, Libertad y Reforma. México, Marzo 8 de 1861
Ortega
[Rúbrica]
E. S. Gobernador del Estado de Oajaca
En la transcripción de la circular se actualizó la ortografía pero se respetó como estaban escritos los nombres propios. La circular fue dirigida al Gobernador de Oaxaca que era Ramón Cajiga (1860-1863). El contexto de esta circular corresponde al liberalismo de la época y al concepto de ciudadano que se construye en América en el siglo XIX cuando los americanos dejan de ser “súbditos” de la corona española y se convierten en “ciudadanos”.
Del siervo al súbdito
El siervo del señor feudal no tenía derecho a nada, solo labraba la tierra para su señor o lo defendía en las guerras. Luego, bajo las coronas europeas aparece la figura del súbdito. El concepto de feudalismo es complicado en España, porque mientras el resto de Europa pasaba por esta etapa, España estaba invadida por los moros. Con la expulsión de estos y la unión de Isabel (Reina de Castilla 1474-1504) y Fernando (Rey de Aragón 1479 – 1516), conocidos como los reyes católicos, aparece la monarquía en España y la unificación. El periodo de los Reyes Católicos es considerado como la transición de la Edad Media a la Edad Moderna y es cuando Colón llega a América, ya con la conquista de Hernán Cortés nos convertimos en colonia y en súbditos de la corona española.
Los derechos del Hombre
La primera vez que se habló de los derechos del hombre fue en la “Declaración de Derechos de Virginia” en 1776 y en la Constitución de los Estados Unidos en 1787, sin embargo la revolución de los derechos humanos es un fenómeno que surge durante la revolución francesa (1789 - 1799) en donde está presente la idea de que la población no es sirviente de los gobernantes, por el contrario son los gobernantes quienes deben servir a la población.
El 26 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente francesa aprobó “La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, en donde se establece que dichos derechos universales son naturales, inalienables y sagrados, por el solo hecho de ser humano; en la declaración se afirma que los hombres "nacen libres e iguales" y se liga el concepto de derechos con el de ciudadanía.
La circulación de este documento, obviamente fue prohibida en las colonias españolas por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Sin embargo en 1793 cuatro años después de su publicación, Antonio Nariño, un criollo del Virreinato de la Nueva Granada, hizo la primera traducción al español, la imprimió y distribuyó clandestinamente en Bogotá, la capital de la Nueva Granada (Actualmente capital de Colombia). A Nariño se le considera precursor de la emancipación de las colonias americanas del Imperio Español.
Del súbdito al ciudadano
En 1789 la propuesta del estado liberal dio a las personas la categoría de ciudadanos con base en los conceptos de igualdad libertad y fraternidad, así la Revolución Francesa y sus ideas influyeron en las independencias de América donde los súbditos de las monarquías buscaron convertirse en ciudadanos.
En España esta transformación se dio con la Constitución de Cádiz de 1812, donde por la influencia de la revolución liberal y burguesa se transformó al imperio colonial español en provincias de un nuevo Estado (prácticamente fundando un solo país junto con las colonias americanas) al convertir en “ciudadanos” incluso a los súbditos allende del mar. Es así como la definición de ciudadano español comprendía no solo a los europeos, o sus descendientes americanos, sino también a las castas y a los indígenas de los territorios de América con base en el principio de igualdad. Uno de los derechos que se otorgó fue el ejercicio del voto para elegir a los representantes, lo que despertó la conciencia política de los nuevos ciudadanos. De inmediato la relación entre gobernante y gobernados cambió: como súbditos “callaban y obedecían”, como ciudadanos podían exigir respeto a sus derechos. Esta constitución estuvo en vigor solo 2 años, fue derogada en Valencia, el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España de Fernando VII pero ya nada volvería a ser igual. La Constitución de 1812 se publicó y entró vigor en España en dos ocasiones más (1820 y 1836) y es considerada un hito democrático en la primera mitad el siglo XIX, porque transcendió a otras constituciones europeas y es la base de las constituciones de la mayoría de los estados americanos.
El 8 de marzo de 1861, Benito Juárez actuó con un puro pensamiento liberal, a través de Jesús González Ortega, su Secretario de Estado y del Despacho de Guerra y Marina, cuando emitió la circular en que instaura una costumbre que ha prevalecido hasta la fecha en el gobierno: llamar a las personas con el título de ciudadano y que actualmente solo hace en el lenguaje escrito.
