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Atrapados entre las letras, los invitados a la FILIJ

Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Ciudad de México.- ¡Qué emocionante, esto es el paraíso para mí! expresa una pequeña mientras corre a un stand sin saber qué libro abrir primero. Ahí dentro hay por lo menos 20 chicos hojeando las novedades para poder elegir la mejor opción. La escena es sólo una ventana a una casa editorial, así ocurre de manera alterna, en los más de 136 stands en esta feria, que tan sólo en este año espera rebasar su récord de asistencia, que es de 400 mil personas.


El bullicio, las carcajadas y gritos de niños se mezclan con las ocurrencias y bromas de los jóvenes, que protagonizan cada año la Feria Internacional Infantil y Juvenil del Libro (FILIJ) que este año congrega a cientos de asistentes en su nueva sede, el Parque Bicentenario. A primera hora comienzan a apoderarse de cada espacio porque todos están pensados en ellos.


-¡Niños, usen sus vales primero! les instruye uno de los profesores, mientras pequeños y grandes sacan su vale y algunos completan el costo del libro que eligieron y se forman para pagar. Otros aún no se deciden, eufóricos y emocionados siguen hojeando libros .


Al Parque Bicentenario llegan grupos de niños que estudian primaria y secundarias, a cada hora. Algunos se concentran en los espacios destinados a talleres, algunos más en los mundos imaginados: Foro Ciudad Esmeralda, Foro Reino de Fantasía y en el Foro Corazón de Tinta; los más pequeños en la bebeteca y los adolescentes eligen los talleres de skateboarding y hip hop.


Al mismo tiempo en las cinco hectáreas que ahora ocupa la 36 FILIJ suceden presentaciones de libros, editoriales, funciones de teatro, conciertos, funciones de cine. Desbordados de alegría, asumiendo la feria como toda una aventura para su infancia, los protagonistas de esta feria absorben la información, preguntan, cuestionan, compran libros y aprenden.


Muchos vienen acompañados de sus padres, la mayoría de sus profesores, otros se organizan en familia para recorrer la FILIJ, que ahora estrena sede en la antigua refinería. El espacio con vida propia ha logrado diversificar su público, ahora llegan personas de diferentes zonas dispuestas a conocer esta propuesta.


En las zonas verdes, debajo de los árboles, los pequeños forman círculos para disponerse a comer su luch. El movimiento pareciera interminable, algunos juegan, otros abren sus libros y unos más platican de sus impresiones a sus compañeros. Algunos que incluso llevan celulares no ellos no pierden la oportunidad de tomar una fotografía y hacer un video para compartirlo en sus redes sociales.


La experiencia de la FILIJ está llegando a sus últimos días de su edición 36, con un diverso programa de actividades que contempla aún tres días más de actividades, para este fin de semana en puerta.

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