La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se dijo engañada por el titular del Poder Ejecutivo estatal, al no acudir este viernes a la reunión que presuntamente habían acordado hace tres días, luego de sitiar la capital.
La Comisión Política del magisterio acudió ayer al complejo de oficinas de gobierno en la Ciudad Administrativa, donde a las 10:00 horas sería recibida por el mandatario; sin embargo, únicamente se encontraban los titulares de la Secretaría General de Gobierno (Segego) y del IEEPO, con quienes rechazó dialogar.
“El miércoles, el gobierno de Alejandro Murat hizo la llamada a la Comisión Política para que de manera responsable acudiéramos a esta mesa el viernes, para desarrollar la solución a las demandas; sin embargo, notamos que no se encuentra.
“Faltaron al cumplimiento de la palabra, no están asumiendo su responsabilidad; nosotros fuimos claros y precisos de los temas que se tratarían, en los que necesitamos que ya haya avances concretos”, dijo el secretario general de la gremial, Eloy López Hernández.
En conferencia de prensa en el acceso principal a dichas oficinas gubernamentales, indicó que hace tres días decidieron retirar sus bloqueos en la capital y zona conurbada, tras agendarse la cita para ayer.
Sin embargo “el gobierno una vez más no cumple con ese compromiso, una vez más nos llevamos el engaño, la falta de cumplimiento del Gobierno del Estado; nosotros nos hemos mantenido dentro del marco de respeto, pero no podemos tolerar más un desaire, una burla ante la falta de responsabilidad; para la Sección 22 no puede ser tolerado.
“Ni siquiera dijo hoy no se puede, vamos a trasladarlo a otra fecha; no hay mesa de trabajo por culpa del gobierno y nos reservamos el derecho a la manifestación”, expuso, acompañado de integrantes de la Comisión Política.
Reiteró que desde el 7 de diciembre pasado, se convino en la regularización de 3 mil 699 docentes y administrativos; en el pago a trabajadores que no han devengado salarios en más de dos años; en la contratación de normalistas –sin pasar por el examen de evaluación– y en los temas de justicia, que incluyen la libertad de quienes consideran presos políticos.
Tras ello, se retiraron del inmueble y se concentraron en la sede del Instituto Estatal de Educación Pública, desde donde determinaron una serie de bloqueos y protestas en la capital y su zona conurbada.
