ZICATELA, Santa María Colotepec, Oaxaca.- El rugido de las olas de cuatro y cinco metros es hipnotizante en esta playa oaxaqueña considerada a nivel mundial, como la tercera más propicia para practicar surf; pero, frente al mar donde se forma la famosa Tubería Mexicana, también yace un gigante de concreto que sobresale entre los demás edificios de la calle del Morro: una construcción de más de seis pisos, que "todos saben", será un hotel.
Según estudios oceanográficos del Instituto de Oceanografía Sripps (SIO, por sus siglas en inglés), las olas de Puerto Escondido se degradaron con el paso de los años, debido a la construcción desmedida de caminos, negocios y complejos hoteleros, áreas turísticas que se levantaron, en su mayoría, sin asesoría en impacto ambiental.
En la calle del Morro y la Marina Nacional, el gran tamaño de complejos hoteleros amenaza los vientos que generan el buen oleaje. FOTO: Emanuel Salinas
El valor de una ola
En el estudio Punta Colorada: el valor de una ola, del fotógrafo y graduado en conservación marina por el SIO, Ralph Pace, destaca que está científicamente comprobado que los edificios elevados modifican el curso del viento que impulsa el buen oleaje.
"La construcción de un paseo principal y de restaurantes al frente de la playa ha disminuido la profundidad de la arena y los hoteles de muchos pisos bloquean los vientos perfectos de fuera de la costa. Mientras que la ola está considerada aún como de clase mundial, está lejos de ser lo que fue en su estado original", destaca Pace en un fragmento del documento.
La Tubería Mexicana se encuentra en el estándar de las siete olas reconocidas internacionalmente y los hoteles altos -aún inconclusos- que están cimentados en las calles Marina Nacional y la del Morro, ponen en peligro este emplazamiento marino único en Oaxaca.
Los proyectos sin sustentabilidad ambiental alejarían al turismo extranjero y la localidad perdería la derrama económica millonaria; en 2013, Ralph Pace calculó en el estudio los gastos anuales asociados con el surf en Punta Colorada durante las temporadas de visita: tres mil visitas significaron un importe de 14 millones 932 mil 133. 44 dólares, teniendo en cuenta que al año, los surfistas gastan un promedio de tres mil 677.13 dólares.
Dylan Southworth, ganador del torneo Open Surf Puerto Escondido 2017. FOTO: Javier Jarquín
Tan sólo en noviembre, el Open Surf Puerto Escondido 2017 reunió más de 300 asistentes que recorrieron la bahía; las ganancias locales fueron por más de un millón 103 mil 139 dólares por un torneo de tres días en esta playa certificada federalmente en el nivel tres del programa de playas limpias.
El surf y Puerto Escondido
Los primeros intrépidos que habitaron el templo del surfing en Puerto Escondido, fueron estadounidenses que en la década de los 60 arribaron a la costa oaxaqueña en busca de la ola perfecta, grandes tubos de agua que elevaban la cresta a más de siete metros y que por su singularidad, atrajeron a más extranjeros que formaron una comunidad surfer en la localidad.
En ese entonces, las crestas de las olas alcanzaban los ocho metros -cualquiera rebasaba los siete-; el oleaje único de Puerto Escondido "atrapó" a cientos de extranjeros que enseñaron el deporte a los habitantes costeños de Santa María Colotepec y San Pedro Mixtepec.
Desde 1975 comenzaron a comparar las olas hawaianas con las que emergían de los mares oaxaqueños, la Pipeline de Hawaii (una de las playas más fotografiadas en el mundo) compartió su denominación con Zicatela, al ser considerada la Tubería Mexicana.
Actualmente, la laguna de Zicatela y las bahías, al igual que Punta Colorada, son sitios resguardados y limpiados por la participación ciudadana y grupos que intervienen en pro de su conservación y la actividad surfista, como la asociación de residentes de los municipios de Santa María Colotepec y San Pedro Mixtepec, Puerto Econdido Sustentable, la sociedad civil organizada en Puerto Escondido y el colectivo Puerto Pacífico.
El surf genera grandes derramas económicas a Puerto Escondido y Colotepec. FOTO: Emanuel Salinas
Puerto Escondido, patria surfista
La tradición y la práctica del surf en Puerto Escondido, es una herencia extranjera norteamericana que hizo de estas playas un semillero de surfistas locales pioneros y otros con genes de veteranos que dominaron las olas en costas oaxaqueñas, no así su pasión por este templo del surfing, que los hizo residentes.
Jhony Corzo y Asaya Brusa son dos jóvenes oaxaqueños oriundos de Puerto, que en este año han hecho presencia en competencias nacionales e internacionales; la más destacada, la primera medalla de oro para México obtenida por el golden boy, Jhonatan Enrique Prewitt Corzo, quien el 28 de mayo se consolidó como el campeón mundial en los juegos mundiales de surf (Biarritz, Francia).
"Mi sueño es representar a México y Oaxaca en una competencia olímpica y continuaré llevando el nombre del país hasta Tokyo 2020", comentó el campeón mundial de 18 años, sobre la próxima justa olímpica y sus orígenes en la tabla junto a sus hermanos, también aprendices de su padre, Jim Prewitt.
Por su parte, Asaya Brusa, quien resultó victoriosa en la categoría femenil del Surf Open League (SOL) Puerto Escondido 2017, nuevamente obtuvo el primer lugar en los Juegos Nacionales de Surf Pascuales 2017.
"Para nosotros es nuestra casa, yo crecí en este lugar, no es donde vine de vacaciones, entonces siempre tratamos de conservarlo como es, cuidarlo y tenerle respeto a las olas que nos dan tanto y en un lugar tan hermoso", destacó Brusa sobre la playa que la vio crecer y donde ganó el SOL.
En Puerto Escondido hay torneos de surf durante todo el año. FOTO: Javier Jarquín
"Puerto Escondido es la meca del deporte en México y Latinoamérica; el surfing mexicano es tan antiguo como los orígenes del deporte por su proximidad con Baja California, California y Estados Unidos. Aquí se organiza una de las etapas del Tour Mundial de Olas Grandes, donde participan los mejores 24 del mundo; es un evento que ve más de un millón de personas", destaca Gustavo Duccini, director del SOL Puerto Escondido.
"La conservación es difícil de conseguir, esto se logra a través de la conciencia ecológica, los surfistas lo tenemos en la sangre, cuidar el mar y la naturaleza; nosotros hacemos limpieza voluntaria, al igual que los salvavidas, negocios y hoteles"
