SAN ISIDRO ROAGUÍA, Oaxaca.- Aquí, cerca del cielo, donde los dioses hablan al oído a través del viento, también hay olvido y carencias.
A los ojos de los turistas, la belleza natural de Hierve el Agua, paraje de esta agencia de policía de San Lorenzo Albarradas, opaca las necesidades de los locatarios.
CERCA DEL CIELO
*Se ubica a 67 kilómetros al oriente de la capital
*Para llegar, se toma la carretera internacional 190 e ingresa a la supercarretera al Istmo
*$100 costo de cabañas por persona
*$40 permiso para acampar
*$10 pesos primer ingreso a la población
*$25 pesos, ingreso a Hierve el Agua
*$50 Estacionamiento para Suburbans
*$25 pesos un vaso de fruta
Agua, infraestructura y recursos económicos para mejorar el espacio, es la demanda colectiva, ante la que sólo han recibido como respuesta: “No hay dinero”, de parte de la Secretaría de Turismo, del gobierno estatal.
Esplendor a simple vista
Al fondo lucen majestuosas las montañas oaxaqueñas. FOTO: Emilio Morales Pacheco
Desde este punto, el cielo y la tierra convergen. El viento acaricia a los visitantes, que asombrados, admiran la majestuosidad de esta obra divina.
Es cerca del mediodía de este lunes; los turistas siguen llegando para esta segunda semana del periodo vacacional, del que el Viernes Santo -cuentan los comerciantes- fue desbordado.
“Como Oaxaca no hay otro, como este lugar menos”, comentó Jesús Díaz, originario de Orizaba, Veracruz. Para él y su familia, este sitio enclavado en los límites de los Valles Centrales con la Sierra Mixe, a este destino turístico no le hace falta nada.
Conquistado por el paisaje espectacular, el visitante nacional presume que su visita a este lugar durante el presente periodo vacacional, representa la quinta ocasión.
Este lunes, turistas se dejaron conquistar por el agua esmeralda de este parque. FOTO: Emilio Morales Pacheco
“Es impresionante estar aquí, vale la pena el viaje y el cobro para el acceso”, indicó Samuel Frías, de la Ciudad de México, quien junto con su familia pasarán tres días en la capital del estado.
Como ellos, otros visitantes más sólo ven las bondades de la naturaleza para permitirles apreciar de las cascadas petrificadas y el agua sulfurosa.
Pero la realidad para quienes cuidan de este paraje es otra. Marcos Martínez Grijalva, suplente del agente municipal, enlista las carencias que las diferentes administraciones estatales han pasado por alto, a pesar de convertirse éste en el destino de mayor demanda por los viajeros en los Valles Centrales.
Robo e indiferencia
Desde el acceso, la infraestructura parece buena; pero está olvidada... FOTO: Emilio Morales Pacheco
Las cabañas en Hierve el Agua son un atractivo para los viajeros amantes de la naturaleza; sin embargo, de las cinco habilitadas, sólo dos se encuentran en buen estado, mientras que en el resto, el techo de madera se desmorona.
El funcionario de esta agencia de policía detalló que con la cuota para entrar al paraje han reparado el techo de dos habitaciones, pero es urgente que las autoridades estatales intervengan para invertir mayores recursos; pues con el dinero que recaudan también realizan obras para la agencia, debido a que desde hace más de una década no reciben recursos municipales.
Mientras que vehículos de transportes turísticos, de pasaje y particulares hacen su arribo, Marcos Martínez recuerda que en el 2004, la Policía del Estado llegó a resguardar el lugar, por el conflicto entre esta y la cabecera municipal por la posesión de Hierve el Agua; se robaron las conexiones de cobre de la alberca que la propia comunidad construyó como parte de otro atractivo.
Desde ese entonces la alberca no funciona y el tiempo hace estragos en su infraestructura; para algunos curiosos, el mal estado de la alberca llama la atención y lamentan que no estén en servicio.
La obra, realizada hace más de 10 años, se olvidó y se deteriora. FOTO: Emilio Morales Pacheco
Pero la situación empeora ante el abandono institucional por proyectos que la misma autoridad estatal impulsó. Así ocurre con el centro turístico de comedores y alberca que en la administración de Ulises Ruiz Ortiz se construyó en el área principal de este paraje.
El poblador relató que ninguna de las autoridades siguientes ha retomado la obra, la cual quedó inconclusa en algunos detalles y olvidada a los pocos meses.
Martínez Grijalva no recuerda el monto de la inversión, pero detalla que en el 2012 trataron de echar a andar la nueva alberca, pero esta obra presentó una fuga que tiró miles de litros. Además, el equipo para mantenimiento es más grande que los filtros, lo que también provocó errores en su funcionamiento.
En el área se construyeron 12 cocinas para el mismo número de vendedoras de comidas. Baños para hombres y mujeres y al centro el balneario artificial. A lo lejos, la imagen es atractiva, techos forrados de tejas, paredes blancas y pisos de losetas.
Los vendedores deben permanecer con esta infraestructura, a falta de nueva. FOTO: Emilio Morales Pacheco
A excepción de los baños, para los que deben de comprar pipas de agua para ofrecer el servicio, el resto de este espacio está muerto; además, el número de cocinas es insuficiente para albergar a la totalidad de comerciantes, que son aproximadamente 40.
“Si le dan a una, se le deben dar a todas, no se puede quedar nadie fuera”, expresa una vendedora de frutas bajo su puesto construido de láminas y madera, como el resto de los puestos ahí establecidos en medio de un polvoriento espacio.
Sin dinero, pero con promesas
Semanas atrás, autoridades de San Isidro Roaguía acudieron a la Secretaría de Turismo del estado para solicitar apoyos, principalmente para la reparación de senderos que conducen a las cascadas principales de este parque estatal.
“No hay dinero”, fue la respuesta rotunda de la dependencia, detalla el suplente del agente municipal de esta comunidad.
Sin embargo, durante la audiencia pública, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa les prometió revisar el tema de Hierve el Agua para que siga como destino preferido.
El desencanto
La sequía se aprecia en el suelo reseco y agrietado. FOTO: Emilio Morale Pacheco
La fuerte sequía que azota al estado también se refleja en este paradero, que en comparación con otras épocas del año, el agua no logra cubrir todo el suelo ni los canales de escurrimiento que se formaron con el paso del tiempo.
Para la familia García Lima, de Tlaxaca, la vista que ofrece el parque estatal Hierve el Agua es espectacular, pero esperaban mayor infraestructura y guías de turistas que les pudieran brindar mayor información respecto al lugar. Se imaginaron miradores y mayores servicios.
