El espíritu navideño invadió al gobernador Alejandro Murat Hinojosa, al grado de que se rió del dislate ocurrido en Salina Cruz el pasado lunes, en presencia del presidente Enrique Peña Nieto, al atestiguar la declaratoria de la Zona Económica Especial.
Con una ligera sonrisa, justificó que cuando uno está emocionado se tiende a caer en algunos errores.
“Cuando uno habla con el corazón a veces le ganan las emociones y yo estaba muy emocionado y seguiré emocionado y seguiré seguramente cometiendo errores, pero lo que no vamos a permitir es que haya errores y se deje de voltear a ver a Oaxaca”.
Desde el atril donde pronunciaba su mensaje a los trabajadores de los medios de comunicación con motivo de la Navidad y Año Nuevo.
De buen ánimo, el gobernador recorrió cada una de las mesas instaladas en un restaurante del municipio de San AgustínYatareni para saludar de mano a todos y cada uno de los asistentes al tradicional desayuno de Navidad.
Después degustó un plato de fruta, chilaquiles rojos con tasajo, café y jugo, con algunos directivos de empresas periodísticas, entre ellos el director general del Grupo NOTICIAS, Ericel Gómez Nucamendi, hasta donde llevó el tema con los comensales.
El anfitrión insistió que lo importante era la declaratoria de la Zona Económica Especial de Salina Cruz.
“Por más de 100 años estuvo abandonada y ahora estamos luchando por Oaxaca todos los días; siempre convencidos de que buscamos hacerlo lo mejor posible”.
El titular del Poder Ejecutivo se vio relajado, sonriente y cortés. Bromeó con su acompañantes y se mostró atento a sus comentarios.
La deuda pública, la Ley de Seguridad Interior, los asuntos electorales, hasta la remodelación del estadio de futbol para contar con un equipo de primera división.
“Porque Oaxaca ya se lo merece, hay que traer a los grandes y jugarles de tú a tú”.
