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Emerge ecocidio de Pemex en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

SAN ANTONIO MONTERREY, Salina Cruz, Oax.- En los patios, en las paredes y en los techos de las casas y en las escuelas, en las tierras de cultivo, en los pastizales, en los pozos de agua, en los canales de riego y hasta en las piedras, quedó impregnada la lluvia negra que cayó en esta comunidad rural, después del incendio de al menos 500 mil barriles de petróleo crudo y diferentes químicos en la refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex), Antonio Dovalí Jaime.


"Todo quedó negro, todo quedó contaminado", afirmó el agente municipal, Ernesto Martínez Franco.



En las paredes de las casas, las manchas de la lluvia negra.

"Maestro limpio" contra ácidos


La mayoría de los habitantes han lavado con agua, jabón y cloro las manchas negras que quedaron en sus domicilios para intentar disipar la contaminación, pero realmente los efectos a la salud hasta ahora son desconocidos. Y no solamente por el contacto con la lluvia negra sino también por la respiración de partículas contaminantes emitidas previamente a la atmósfera, porque no solamente ardió el hidrocarburo sino también diferentes químicos.


Aunque las consecuencias pueden ser un tanto predecibles por la muerte de al menos cinco cabezas de ganado bovino y ovino, así como un caballo, aparentemente por la ingesta del agua contaminada en pastizales donde pastaban y donde siguen pastando otros.


Uno de los animales muertos, un borrego, fue encontrado por su dueño en medio de grandes manchas del hidrocarburo.



Los pobladores laboran en la limpieza de sus casas. FOTO: Emilio Morales

La autoridad municipal, dijo que está preocupado por su comunidad porque hasta ahora ni Pemex, ni alguna dependencia de medio ambiente o los Servicios de Salud de Oaxaca, han acudido a alertar a sus habitantes sobre los riesgos de la contaminación.


"Desconocemos qué va a suceder; nadie ha venido a decir por lo menos 'esto les va a pasar' o a realizar algún estudio de todo ese aceite negro que quedó pegado por donde sea y en el agua", asentó.


Hay ya infecciones


Hasta ahora --subrayó--, decenas de personas han presentado infección en ojos, nariz y garganta, así como irritación en la piel, dolores de cabeza, náuseas e incluso hasta vómito, pero todavía no se conoce lo que puede suceder en el futuro.


"Eso, es lo que tememos, que después vengan otras enfermedades", señaló.


Destacó que la contaminación de los pozos de agua potable y de riego constituyen el principal foco de contaminación para los habitantes porque de ahí se abastecen.



Las pastillas que pusieron los habitantes en los pozos, a recomendación de funcionarios, para limpiar el agua de hidrocarburos. FOTO: Emilio Morales

"Quedaron llenos de esa lluvina negra; por eso, queremos saber qué cayó y en qué nos va a afectar", recalcó.


"Natas negras"


Incluso, resaltó que si se siembran las tierras de cultivo, puede originar una contaminación directa a quienes consuman los productos cosechados porque en la mayoría existen "natas negras".


"En el ejido, se siembran unas 100 hectáreas de maíz, frijol, sorgo, ajonjolí y calabaza; pero tenemos la duda ahora", refirió.


Además, observó que dejar de sembrar provocaría un desabasto en la comunidad, principalmente de maíz, y una eventual crisis económica, pues la mayoría de los habitantes comercializan sus cosechas, como un modo de vida.



Las huellas del combustible en la tierra. FOTO: Emilio Morales

"De eso y de la cría de animales, depende el pueblo", anotó.


Demandar a Pemex


Frente a esta situación, dijo que junto con las autoridades de las demás agencias municipales, se organizarán para demandar a Pemex dar a conocer los efectos de la contaminación y sobre todo, hacerse responsable de los daños.


"Sabemos que fue una contingencia, pero nosotros fuimos los que resultamos afectados", indicó.


Indolencia de gobiernos; minimizan daños


SAN ANTONIO MONTERREY, Salina Cruz, Oax.- Julio Montero López, productor de maíz y criador de borregos, se quejó que tanto Pemex, como los gobiernos federal y estatal, están actuando con desinterés e indolencia en la atención a la contaminación en su comunidad.


"Hace unos días, llegaron unas personas de Protección Civil y de Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) y revisaron el pozo de agua que uso para el riego, pero lo único que me dijeron es que le pusiera unas pastillas, que cada una limpiaba cuatro mil litros de agua", recordó.


Sin embargo, dijo que las pastillas no han limpiado el agua ni evitarán la contaminación de los mantos freáticos.


"Toda esa agua negra se va al subsuelo y seguirá contaminando", agregó.


Aunque, mencionó que llegó después otro funcionario de una dependencia, quien recomendó mejor vaciar el pozo.



Enormes charcos con hidrocarburos, por casi todo el pueblo. FOTO: Emilio Morales

"Pero, ¿cómo voy a hacer eso? Si lo vacío, tengo que tirar el agua en mis terrenos, que de por sí ya están contaminados, y se iría también a los mantos freáticos", apuntó.


Además, dijo que el funcionario de Cofepris desestimó la muerte de dos de sus borregos por la ingesta de agua contaminada.


"Cuando se te mueran como 15 o 20, entonces sí se puede creer que fue por agua contaminada. Imagínense, quieren que se mueran más para intervenir; por eso queremos saber qué pasó", terminó.

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