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El regalo de Navidad para Herminia

Foto(s): Cortesía
Luis Ignacio Velásquez

SANTO DOMINGO BARRIO ALTO, VILLA DE ETLA, Oaxaca.- Herminia, la niña de 15 años de edad que fue rescatada en la comunidad de San Marcos de la Flor, municipio de San Martín Peras, en condiciones de vida salvaje, recibió su regalo de Navidad: la recuperación de su dignidad y, algo más, su rehabilitación física.


Después de permanecer por más de dos años en una covacha en medio del bosque de San Marcos de la Flor, donde tenía que realizar sus necesidades fisiológicas, comer, dormir y permanecer todo el tiempo, los cuidados y atención del personal de la Casa Hogar Acéptame como soy Asociación Civil, le han permitido recuperar su condición humana.


Es decir, cambiar los sonidos guturales por palabra, dejar de arrastrarse para caminar, interactuar con otras personas sin ser huraña, comer con cuchara y en un ambiente higiénico, dormir en una cama en lugar del piso, bañarse todos los días, realizar sus necesidades fisiológicas en los sanitarios y descubrir la felicidad, la misma que se mantuvo aprisionada en el cuarto de tablas donde vivió.



 


“¡Hola, hola!”


De visita en la casa hogar para conocer el proceso de recuperación de Herminia, la pequeña nos recibe con una enorme sorpresa. Arrastrando una silla de ruedas, en cuyo asiento descansa su cuaderno de dibujo y unas crayolas, se acerca y saluda con un “¡hola, hola!”, al tiempo que levanta la mano derecha para saludar.


Al gesto lo acompaña una sonrisa tímida en un rostro carnoso, porque Herminia también recuperó el apetito. De hecho, confían sus responsables, muestra un apetito voraz y se nota en su cuerpo, un tanto rollizo. “Claro, ahora ya no se abalanza ante la comida, ya pide y come con cuchara”.


Sus pasos son lentos, con dificultad; pero lejos de desanimarse, la niña muestra voluntad. Cumple una, dos, tres y hasta cuatro vueltas a la cancha de basquetbol de la casa-hogar, antes de solicitar a su acompañante sentarse a descansar en un pequeño kiosco con bancas de cemento.



 


Cambio radical


Ataviada con un pantalón color pistache, blusa con motivos multicolores y un saco color beige, nadie podría asegurar que esa pequeña mujer hace apenas dos meses vivía en condiciones inhumanas, vestida con harapos, cubierta de suciedad, desnutrida, con un comportamiento casi animal.


Herminia es hoy una persona y como tal busca ser aceptada. “¡Manzana, manzana!” expresa mientras con la mano derecha señala el cuaderno de dibujo en el que con un crayón color naranja ha plasmado esa fruta. Dibujo en el que sorprenden las líneas, un trazo bastante bueno para quien fue diagnosticada, en un primer momento, con retraso mental.


-Herminia, ¿te gusta caminar?


-¡Claro!


-¿Quieres manzana?


-Sí.


La difícil recuperación


La representante legal de la casa hogar, María Andrade Vargas, señala que durante su encierro, injusto e inhumano, Herminia perdió su dignidad y aprendizajes, por lo que fue difícil trabajar en su recuperación.


“La primera semana no aceptó la cama, se movía arrastrándose y buscaba en las noches los rincones del dormitorio, para que en la medida que el sueño la vencía, terminara en el suelo; en realidad no tenía conductas humanas, estábamos ante un animalito prácticamente muy asustado, pues no hablaba, sólo emitía sonidos que algunos supusimos eran de su dialecto, pero en cuatro meses su evolución ha sido extraordinaria”.


Asevera que esto les ha permitido descubrir que en su momento fue una niña querida, porque en la medida que recobraba la confianza comenzaron a fluir sus aprendizajes, que estaban ahí como una reminiscencia, porque en el trabajo de aula respeta contornos, sabe usar la tijera, colorea, comprende si le hablan.


Comenta que en el aspecto físico, a pesar de tener como opción una intervención quirúrgica para que caminara más rápido, se optó por brindarle terapias.


“La terapeuta nos informó que mínimo necesitaría un año y medio para volver a recuperar la marcha; sin embargo, Herminia ya está caminando, pues tiene deseos de recuperar su libertad; a cuatro meses de su rescate, camina con el apoyo de una silla de ruedas”.



Avance extraordinario


Mientras Herminia se retira por sí misma las férulas que le permiten mantener una mayor rigidez en sus piernas durante las caminatas y solicita, por favor, agua, la maestra en Educación subraya que devolver su dignidad humana a la niña, es el logro más importante de su recuperación.


“Porque nosotros entendemos por humano lo que refiere el hermano José Carlos Bermejo, provincial de los religiosos Camilos en España; es decir, un trato respetuoso, profesional, eficiente; el trato humano debe sustentarse en una competencia técnica, emocional, relacional, cultural, ya que hay que respetar todo eso o de lo contrario nos equivocamos en los diagnósticos”.


Dice que esto es lo que les ha dado este resultado tan maravilloso con Herminia. “A cuatro meses, la niña tiene un avance muy significativo y la acerca de una manera muy realista a la posibilidad de recuperar su marcha y con eso todo lo que subyace ahí: su libertad, no depender de nadie, el poder moverse por sí misma”.


Añade que Herminia sí tiene un retraso mental, “pero para nosotros es más de tipo social, que biológico”.


Regala abrazos


Manifiesta que la recuperación va tan bien que están pensando llevar a la niña el próximo 26 de diciembre al cine, con motivo de las fiestas decembrinas.


“Estamos pensando llevarla, estamos organizando con mucho cuidado la salida y decimos, pues si no se adapta, pues se sale y nos la traemos, no pasa nada; pero vamos a darle la oportunidad a ver cómo nos resulta la experiencia; creemos que bien, porque ella ya ha superado muchos temores”.


Recuerda que cuando llegó a la casa hogar no permitía que nadie se le acercara; cuando alguien lo intentaba, se ponía a gritar; “pero ya no, incluso ahora hasta da abrazos, ya no requiere los cuidados tan puntuales como cuando llegó”.


Andrade Vargas asegura que no quiere ya ni imaginar cómo pasó Herminia las noches en su cautiverio, con el frío gélido del bosque, sola, completamente a oscuras, acurrucada en una esquina, llena de temor. “Esos son los traumas que también ha tenido que vencer, poco a poco”.



El rescate


El 4 de agosto pasado, autoridades estatales rescataron a Herminia de una covacha ubicada en un bosque de San Marcos de la Flor, municipio de San Martín Peras, distrito de Santiago Juxtlahuaca, en la Mixteca.


Abandono familiar


Dadas sus condiciones de pobreza, la madre de Herminia emigró a Tijuana, Baja California, y aunque la pequeña viajó con ella, posteriormente la regresó para quedar a cargo de su abuela materna.


Los problemas físicos


- Desnutrición severa


- Incapacidad para caminar


- Disfunción para hablar


- Agresividad


- Temor

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