En el 2018 el Congreso del estado registró un sobre gasto de 527 millones 689 mil 343 pesos, más del ciento por ciento del presupuesto aprobado para este ejercicio fiscal, que asciende a 402 millones 269 mil 855 pesos, señala el Informe Legislativo 2019 elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO).
El documento destaca que los congresos con mayor variación entre su presupuesto aprobado y el ejercido fueron Oaxaca (133 por ciento), Tlaxcala (31 por ciento), Tamaulipas (27 por ciento), Guerrero (22 por ciento) y Puebla (17 por ciento).
Lo peor de la situación es que a pesar del incremento desproporcionado en sus gastos, los diputados de Oaxaca no proporcionaron ninguna información sobre la distribución del recurso al instituto, por lo que no hay certeza en su uso, ni de que el erario haya sido utilizado para las actividades del Poder Legislativo.
Además, precisa que a pesar de que es ilegal que los diputados otorguen ayudas sociales, toda vez que nos es función del Poder Legislativo de los estados dar despensas, juguetes, ni ofrecer fiestas o ayudas económicas y tampoco construir obra pública; en 2018, los congresos locales le destinaron el 12 por ciento de su presupuesto a esas actividades, al margen de la ley.
Nulos criterios de transparencia
El IMCO sostiene que los congresos estatales planean y ejercen su presupuesto sin criterios de transparencia y eficiencia.
Cita que en año pasado 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos por encima de lo presupuestado (15 por ciento más), entre los que sobresale con mucho Oaxaca.
Afirma que en México, los congresos estatales cuestan mucho, gastan más de lo planeado e invaden funciones que no les corresponden. Existe una mala planeación y un manejo discrecional de sus presupuestos, sin criterios de eficiencia y transparencia. En lugar de asignar el gasto público a las verdaderas necesidades de la población, aprovechan la facultad de aprobar presupuestos para ampliarlos y destinarlos a actividades no sustantivas.
“Hay estados en donde se gasta más en sus congresos que en el combate a la pobreza. En 2018, estados que destacan en rezago social como Guerrero, Michoacán y Oaxaca, asignaron 2 mil 548 millones de pesos a sus congresos y solo 757 millones de pesos para combatir la pobreza (336 por ciento más a sus labores legislativas)”.
Mejorar el sistema de pesos y contrapesos
Por tanto, el IMCO propone que el ejercicio del gasto de los congresos se haga con parámetros claros de actuación, apegados a la legalidad, austeridad y transparencia.
Subraya que contar con congresos austeros y que cumplan sus funciones legislativas requiere: eliminar el gasto en ayudas sociales y enfocarse en el cumplimiento de sus verdaderas funciones; aprobar presupuestos estatales que atiendan las verdaderas necesidades de la población; planear mejor su presupuesto y no gastar más de lo aprobado; profesionalizar el trabajo legislativo permitirá mejorar el sistema de pesos y contrapesos y fortalecer el desarrollo democrático.
