La señora Florencia Soto Zárate denunció ante la Fiscalía Especializada de Justicia para Adolescentes, las agresiones físicas y psicológicas que sufrió su hijo Eduardo por parte de profesores y prefectos de la Escuela Secundaria Federal Número Uno “José Vasconcelos”, que se ubica en la Ex Hacienda de Aguilera.
Señaló que desde el mes de febrero del 2018 presentó una denuncia ante la Secretaría Ejecutiva del Sistema Local de Protección Integral de los Derechos de los Niñas, Niños y Adolescentes (SESIPINNA), por la agresión del profesor de ciencias Fausto Alonso Torres, quien en diversas ocasiones lo aventó sin mayor motivo.
“Incluso en alguna ocasión yo fuí testigo de la forma en que lo empujó en las escaleras, entonces me pidió disculpas y dijo que todo empezaría de cero para ya no tener más problemas, pero en realidad las agresiones fueron cada vez más graves. Ese día mi hijo le reprochó sus agresiones y la exclusión que sufría de su parte, pero el profesor no dijo nada”.
Director huidizo
La señora comentó que a partir de esto el profesor y el prefecto Alejandro Rodríguez fueron más agresivos con su vástago.
“Le dijeron que ellos tenían jerarquía en la escuela y que iban a hablar con los alumnos de tercero y seguro grado para que le partieran la madre, -esas fueron sus expresiones-, y posteriormente varios estudiantes de tercero y segundo comenzaron a agredirlo también”.
Manifestó que a pesar de buscar insistentemente al director de la escuela para resolver esta situación nunca le dio la cara, “cuando lo buscaba me decían que no estaba y no estaba, hasta el 18 de julio del ciclo que terminó me dijo que mi hijo estaba condicionado porque había puesto la queja en SESIPINNA”.
“Todo el primer grado lo estuvieron agrediendo, excluyendo, incluso una asesora primero me felicitó por el comportamiento de mi hijo, pero en cuanto supo de la denuncia en SESIPINNA lo comenzó a agredir verbalmente”.
Entre lágrimas manifestó que tanto le han hecho, tanto lo han lastimado, que el pasado viernes tuvo que acudir a la fiscalía especializada para presentar una denuncia, “porque mi hijo me expresó que quería suicidarse”.
Dado de baja
Dijo que a pesar de todo lo reinscribió para el segundo año pero la situación no cambió aunque acudió también a la Dirección de los Derechos Humanos del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO).
Añadió que el 17 de septiembre de este año le enviaron un citatorio con su hijo para que asista con la subdirectora, profesora Eva, y el asesor le comunicó que su hijo estaba dado de baja automáticamente.
“Me dijeron que mi hijo estaba fichado, pero eso solo se le hace a los delincuentes y él no ha cometido ninguna falta”.
Expresó que por esta razón acudió a la fiscalía especializada para comparecer formalmente y denunciar todas estas agresiones y de ahí los enviaron al municipio de Oaxaca de Juárez para tomar terapia psicológica él y ella.
“La verdad es que mi hijo Eduardo sufrió humillaciones, bullying, golpes y malos tratos por parte de autoridades educativas, al grado que una prefecta le dijo que se amarrara bien el cinturón, que se fajara los huevitos, con ese vocabulario se dirigían a mi hijo que es menor de edad, porque apenas tiene 16 años”.
Lamentó que la propia presidenta de la mesa directiva de los padres de familia de la institución lejos de interesarse por el caso, le manifestara que a veces los hijos salen malos, delincuentes, y por eso tiene que conocer la versión de las dos partes.
