La carrera para alcanzar el impulso suficiente y realizar una acrobacia parece una estampida suicida contra la pared; antes del esprint el joven atleta observa los muros, las esquinas y los bordes de cada jardinera en el parque, el último contacto que tienen sus pies con el suelo lo proyectan a más de dos metros y al caer, inmediatamente se inclina y con la inercia de su fuerza realiza un mortal hacia adelante.
Estos son movimientos ágiles realizados por el traceur Isidro Santos Peña, un joven originario de Playa Vicente (Veracruz) y avecindado de Oaxaca que desde hace 10 años inició su interés por el parkour, una disciplina atlética que comenzó por la década de los 90 y que actualmente es considerada un estilo de vida practicado a nivel mundial.
El miedo fue el primer enemigo a quien venció, la gravedad es su aliada y el control de sus extremidades y su torso son las habidades más destacadas para que Isidro se desplace libre y sin temor entre los obstáculos urbanos.
"El parkour no es competencia, es convivir, desplazarte libremente, conocer tu cuerpo, sus habilidades, es conocer cuales eran tus límites y rebasarlos, saber que no había barreras para tu cuerpo y que sólo necesitabas vencer los miedos", el joven de 23 años mencionó que la mentalización es una parte fundamental para lograr vencer los retos.
"Debes ser uno con tu mente y cuerpo, ser útil y estar seguro, porque en medio del aire estas solo y no puedes arrepentirte", la adrenalina y la confianza es una mezcla de sensaciones que sólo Santos Peña y otros traceur pueden describir.
Conclusión de una era y nueva generación latinoamericana
"Hace aproximadamente cinco años hubo como 130 personas que practicaron el parkour, pero disminuyó la población, a pesar de que a la gente le llama la atención, no hay ningún espacio específico para desarrollar los ejercicios".
Santos Peña comentó que ahora hay menos de 80 personas practicando parkour en el estado; estigmatizados por la sociedad como cholos o delincuentes, sin permisos ni zonas específicas para desenvolverse; a diferencia de los bikers y los skaters, que tienen parques de patinajes en muchas partes de la capital.
El joven traceur comentó que pertenece al equipo oaxaqueño Style Run, el cual creó junto a sus compañeros David Aguilar y Rafael López, y que desde 2015 realizan demostraciones, crean rutas, registros videográficos de sus habilidades, además de participar en competencias nacionales, la última el año pasado en Orizaba.
"Las competencias consisten en demostrar el contro del tu cuerpo, el domino de la técnica, la fluidez, evitar caerse", Isidro Santo mencionó que a pesar de que esta disciplina no tiene el objetivo de disputar quien es el mejor, los eventos de competencia permiten difundirla.
Términos franceses
El término para nombrar a los practicantes (traceur = trazador) y la disciplina provienen de Francia; Raymond Bell y su hijo David Belle fueron los precursores del parkour, método natural para utilizar el cuerpo de manera eficaz en saltos y acrobacias, y que en la actualidad ya lo practican los jóvenes latinoamericanos y otras partes del mundo.
México y Oaxaca no son la excepción, en el país hay cientos de personas que rescataron el parkour del continente europeo y que mediante clases, filmaciones, talleres y demostraciones buscan difundir este ejercicio en las nuevas generaciones y los interesados en deportes extremos y poco convencionales.
Urban Runners, Hombre Mono o la Onda Parkour (grupo poblano que recién se desintegró) son los grupos mexicanos con mayor promoción a esta disciplina, entre ellos algunos traceur han visitado tierras oaxaqueñas para realizar demostraciones, como Aker de la Onda, o el joven Esteban Muñoz Boyka.
El arte del movimiento está presente en el continente; las nuevas generaciones en Honduras, Brasil, México y más países latinoamericanos, parecen retomar al parkour como un estilo de vida, un método para conocer tus miedos y superarlos.
