Probablemente tengas amargos recuerdos de estos esféricos, pocas personas se salvaron de un buen balonazo de estas “rocas”, pues la principal característica de los balones, a los que hacemos referencia, era su durabilidad y dureza.
Quizá no lo sabías, pero este balón tradicional de las famosas “retas” se fábrica en la mixteca oaxaqueña y sus principales proveedores son artesanos del municipio de Santiago Ayuquililla, del distrito de Huajuapan de León, quienes son los encargados de coserlos a mano, y aunque no lo creas, tiene presencia en gran parte del país. Es una razón suficiente para que conozcas más sobre esta exitosa marca mexicana.
Los rompe ventanas de todos los tiempos
Gracias a que es un esférico elaborado con forros de poliéster, su tecnología proporciona un rendimiento superior al común, muchos han comprobado su dureza de la forma más dolorosa. Y es que estos balones están fabricados para usarse en campos amateurs, es decir superficies lodosas, duras y muy rara vez empastadas.
Fucho para ciegos, un balón económico e incluyente
Haz escuchado la frase “futbol para todos”, pues desde hace algunos años esta empresa también produce balones para personas invidentes. Este tipo de esféricos integran cascabeles al interior de la pelota para que los jugadores que padecen algún tipo de debilidad visual, también puedan disfrutar del deporte más popular del mundo.
Con mano de obra oaxaqueña pero…
Así es, esta empresa emplea la mano de obra de habitantes de la Mixteca, sin embargo diversos medios han denunciado que los artesanos apenas reciben 12 pesos por cada esférico, mientras que se venden aproximadamente en 90 pesos. Es un trabajo que en ocasiones los artesanos invierten todo un día. Actualmente se desconocen las ganancias de los artesanos pues la información consultada en diversas fuentes hemerográficas corresponden al panorama de hace cuatro años.
Con presencia en gran parte del país
Busca en tu casa, seguramente tienes un Futtre y ni lo habías notado, pues esta marca se vende en gran parte del territorio mexicano. Su presencia va desde Tijuana hasta Oaxaca, por esta razón en las canchas de tierra, mismas que ven nacer y morir a muchos jugadores anónimos y aguerridos, ruedan estas piezas que salen del talento de las manos oaxaqueñas.
