En uno de los barrios más antiguos de la ciudad, Rosalba Bustamante expone su colección de fotografías "Catarsis", una muestra que queda esbozada de manera diáfana en las propias palabras de la fotógrafa, como "una temporada en el cosmos de mis pesadillas, una puerta al corazón de mis obsesiones".
Y es que durante siete abrumadoras semanas, la fotógrafa sufrió una serie de pesadillas recurrentes. A esa actividad nocturna le esbozó un nuevo reto: realizar una catarsis a través de las imágenes.
A partir de ese planteamiento se dedicó con ahínco, durante 49 días continuos, a perseguir y capturar iconografías. Al despertar cada día, copiaba de manera aleatoria, una imagen que describiera, someramente, lo que le ocurría en su actividad nocturna.
Para Rosalba Bustamante, encontrar la fotografía que le remitiera a cualquiera de las representaciones que cruzaron por su imaginación mientras dormía, se convirtió en parte de su trabajo cotidiano.
Es así como la artista nos comparte, en esta breve muestra, sus representaciones más mentales que reales, y nos brinda una grafía distinta, destinada a alejarnos de los prejuicios que conlleva la relación aparentemente irreal de plasmar en una imagen, algún fragmento o segmento de sus delirios.
La fotógrafa se orienta reciamente en las atmósferas sensoriales y presenta estructuras espectaculares, diluidas, sombrías. Obtiene en cada retrato imágenes que evocan situaciones personales con un alto grado de intimidad. "Catarsis" construye composiciones originales que abrevan de su subjetiva memoria.
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La colección "Catarsis" pone en juego los simbolismos que interrogan constantemente sus propias posibilidades. Aquí, cifrar con luz los sueños, no es una actividad corriente ni mucho menos sencilla; intentar fotografiar lo que ha ocurrido en nuestra psique mientras dormimos, es una tarea que se planteó realizar Rosalba Bustamante.
¿Sabías que?
La estética de la fotógrafa es significativa en función del desconcierto que causa. Al mostrarnos las imágenes aproximadas, construyen una narración franca con sus vivencias soñadas.
