MONTERREY, NL/Reforma.- Roberto González llevó a México a lo más alto del automovilismo mundial, al proclamarse campeón en la WEC.
A bordo del auto número 38 del equipo Jota, junto al británico William Stevens y al portugués Antonio Félix Da Costa, el piloto regiomontano tocó la gloria de la categoría LMP2 tras lograr podio en las 8 Horas de Bahréin, la última carrera de la temporada.
Al equipo del tricolor le bastó con terminar tercero en su clase (la segunda en importancia), séptimo general, para festejar en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC, por sus siglas en inglés).
El Toyota Gazoo Racing #7 se llevó la victoria general de la prueba en Hypercar, la categoría principal, en la cual el auto número 8 del mismo equipo, con los pilotos Sebastien Buemi (Sui), Brendon Hartley (NZl) y Ryo Hirakawa (Jap), logró el título de la campaña.
El equipo WRT, con Sean Gelael (Ind), Robin Frijns (PB) y René Rast (Ale), fue el vencedor de la LMP2 en Bahréin.
YA ES DE SANGRE
Roberto González selló con broche de oro un año de ensueño.
Como agregado de lujo para el título, el regio conquistó en junio las míticas 24 Horas de Le Mans.
Y ahora, con su corona mundial, igualó ni más ni menos que lo hecho por su hermano Ricardo en el 2013, cuando también se proclamó campeón en la LMP2.
ESTEBAN, AL FONDO
Esteban Gutiérrez, ex Fórmula Uno, fue otro regio en la pista, pero no gozó de la misma fortuna.
El piloto del #34 de Inter Europol cerró manejando la carrera, pero por un contacto de su coequipero Alex Brundle (GBr) más temprano en la prueba finalizó en la posición 36.
Llegaron a ubicarse octavos en su categoría, también la LMP2, pero terminaron decimocuartos.
