Julio César SÁNCHEZ GARCÍA
Cataleya la colombiana, única integrante de la facción Mercenaria, representa a nuestro estado en diferentes arenas de la Ciudad de México, así como de nuestro estado, en busca de hacer su propia historia.
La campeona femenil de la arena Pepe Cisneros, ha tenido una nutrida agenda con presentaciones en diferentes arenas de la Ciudad de México, “es algo maravilloso, es una experiencia, un aprendizaje, la verdad, gracias a la gente que me apoya y reconoce mi trabajo, no puedo decir que es por voluntad propia, pero trato de representar bien a Oaxaca, así como a la facción Mercenaria”.
Señaló que para ella es un orgullo ser parte de la facción Mercenaria,” nos hemos convertido en una gran familia, Fantasma Blanco junior, Endeavor, Horus, Challenger Junior, Tamuz, Kingsman, quienes siempre me han apoyado”.
Referente a la lucha que sostuvo con Dali´s La Caribeña, dijo que se sintió nerviosa, pero que estaba muy bien preparada, fue una experiencia única la cual se lo agradezco a la arena Pepe Cisneros”.
Aseguró que sus propósitos de año nuevo es continuar echándole ganas a su carrera deportiva “tratar de brillar, nunca dejar de entrenar, callar bocas, hacer mi propio legado”.
También regresar a la Ciudad de México, donde tiene pendiente un campeonato y dejar en alto el nombre de su familia, de su hermano Lalo El Loco.
Deseo a sus fans, amigos, familiares, y al publico lector del Numero Uno, un venturoso 2024, “que sus deseos y sus sueños se hagan realidad”.
La campeona de la arena Pepe Cisneros, ha tenido la oportunidad de luchar y enfrentarse a grandes figuras de la lucha libre, desenvolviéndose como pez en el agua, con su rudeza.
Una de sus mejores parejas es el Fantasma Blanco Junior, con quien, gracias a su trabajo en los entrenamientos, han logrado convencer a los aficionados a este rudo deporte.
La luchadora se entrega al 100 % en cada una de sus presentaciones, ya sea en arenas o fiestas patronales dentro y fuera de la ciudad, lo cual es agradecido por el público.
Su figura luce esplendorosa en cada uno de sus castigos, así como las llaves, patadas voladoras, y diferentes formas de la lucha libre, todas con su propio sello.
Es pues, Cataleya la Colombiana, ejemplo de lo que se puede conseguir a base de trabajo, esfuerzo y el deseo de ser una estrella más de la constelación de la lucha libre oaxaqueña, para lo cual suda, llora y ríe diariamente en el gimnasio.
