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El temido mito de El Trauco; la criatura pícara de Chile

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

El Trauco es un enano pícaro y enamoradizo, que acecha a las doncellas para intimar con ellas.


Es una criatura misteriosa que, dice la leyenda, habita solo en la isla de Chiloé, ubicada en la parte sur de Chile. Esta mitológica figura es uno de los personajes más populares en esta pequeña isla.



Mirada irresistible para mujeres


Se dice que El Trauco es un hombrecito pequeño de tan solo 80 centímetros, con un rostro feo como el de un ogro, pero con una mirada especial y dulce que atrae a las mujeres.


Esta criatura vive junto a su mujer, la Fiura, en los troncos huecos de los árboles o en pequeñas cavernas; y sólo se alimenta de naranjitas, los frutos de una planta trepadora llamada "quilineja" que crece en las selvas de la zona.



El Trauco no tiene pies, por lo que sus piernas terminan en muñones a la altura de los tobillos. Dicen que se viste de ropa y un sombrero, ambos hechos de una planta llamada "coralito", que sirve para la producción de escobas y canastos.


El Trauco se pasea por los bosques, llevando un bastón retorcido llamado pahueldún y una pequeña y mágica hacha de piedra.


El Trauco persigue a mujeres solas


Las personas que han visto a El Trauco dicen que se coloca sobre la rama de un árbol de gran altura conocido como "olivillo" para esperar pacientemente a su próxima víctima.


Este pequeño hombrecito habita cerca de la casa de los lugareños, para así poder observar los movimientos de las mujeres que le interesan.



Es por ello que los pobladores de Chiloé cuidan muy bien a sus mujeres y tratan de evitar que anden sin compañía por el bosque.


Los padres evitan que sus hijas vayan solas por leña o animales al bosque para no encontrarse con la criatura, debido al miedo que existe por este hombrecito.


El hombrecito solo persigue mujeres si van solas, jamás actúa frente a testigos. Son en esos momentos cuando El Trauco ataca.


Al ver entrar a una mujer sola al bosque, baja lo más rápido posible del árbol en cual habita, con su hacha de piedra le da 3 golpes al "olivillo" para así asustar a la mujer.


Repuesta del susto, la muchacha se encuentra con El Trauco a su lado y éste le tira su aliento y ella, sin poder resistir su encanto, cae en un profundo sueño de amor sin ninguna resistencia.


Luego de que este personaje haya hecho su hechizo, la mujer regresa a su casa sin saber concretamente lo que le ha sucedido.


La joven luego de haber tenido el encuentro con este personaje, empieza a experimentar cambios muy extraños en su cuerpo.


Después de 9 meses de haber sufrido el hechizo por El Trauco, nace un hijo de esta misteriosa criatura.


A pesar de que El Trauco tiene una obsesión por encontrar y hechizar a una mujer, éste no ataca cuando hay otras personas presentes, solo lo hace cuando ella se encuentra sola y asustada en el bosque.


Esta es la versión más común de la leyenda de El Trauco, usada en muchos casos para justificar embarazos sin explicación de las jóvenes de la isla.


Pero además El Trauco es aficionado a lo ajeno, y especialmente gusta de los buenos manjares y de las mejores bebidas.  Por lo que a su cuenta se cargan todas aquellas desapariciones misteriosas de estos productos, cuando no pueden ser justificadas de otra manera.


Protección contra El Trauco y sus males


Cuando está interesado en una mujer, pero no puede tomarla, ya que como precaución ésta nunca sale sola al bosque, El Trauco actuaría primeramente comunicando su presencia a la muchacha, al depositar sus excrementos amarillos frente a la puerta de su casa.


Posteriormente le anunciaría a la joven su visita a la casa de ella, enviándole sueños libidinosos; en el cual se transformaría en un joven apuesto para así convencerla mágicamente.


Si la familia de la muchacha se da cuenta de estos hechos, deben tomar precauciones, ya que El Trauco podría entrar furtivamente a la casa transformado en un manojo de "quilineja", junto al resto de las ramas, carbón o leña usada en la casa; de esta forma esperaría la noche para tomar a su víctima.


Pero si alguien molesta a El Trauco, y no es una mujer; es capaz de matarlo mediante el uso de su mirada, o quebrándole los huesos.


Igualmente, mediante su mágico aliento se dice que puede torcerle la boca, dejarlo jorobado, atontado, mudo, y condenarlo a morir en poco tiempo.


En esta zona es costumbre de las madres cuando sospechan de la presencia de este ser maligno, dejar sobre la mesa al acostarse un puñado de arena. Como el perverso personaje se siente atraído a contar los granos de arena, se olvida de las muchachas; y con las primeras luces del alba desaparece por temor a ser sorprendido por muchas personas.


También se logra protección dejando dos cuchillos en forma de cruz en las ventanas, puertas y debajo de las almohadas.


Otra forma de alejar a El Trauco sería colocar excrementos en el cuerpo de la mujer, ya que El Trauco es muy limpio en relación a todo lo que toca; así que cuando ve el cuerpo sucio se aleja y ya no codicia a su enamorada.


También puede ser alejado mediante la quema de sus excrementos, pero hay que tener cuidado ya que sus excrementos si se pisan o tocan ocasionarían al poco tiempo la muerte de las personas.


Muerte de El Trauco a manos de su hijo


Si un varón es sorprendido por El Trauco, debe dar golpes o azotes a su pahueldún, ya que esto afectaría intensamente a este ser. Así, el varón puede tener la oportunidad de escapar.


Si el varón es uno de sus hijos, puede tener la posibilidad de atrapar a El Trauco y colgarlo sobre un fogón, donde se convierte en un palo que destila cierto aceite mágico y de esta forma logra matarlo.


Este aceite sería un remedio de excelentes resultados que debe ser frotado en las víctimas de los maleficios de El Trauco.


Esta es la leyenda de El Trauco también conocido con los nombres de Chauco, Thrauco o Huelle.

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