Luego de la necropsia de ley, autoridades confirmaron que la causa de muerte del campesino Mario Francisco Aguillón Cruz de 54 años de edad fue asfixia por sumersión, lo que descarta la teoría que fue asesinado y luego arrojado al pozo en el que fue encontrado la tarde del sábado en un terreno de Santo Domingo Tlaltinango.
Según el informe de las autoridades, durante el estudio del cuerpo, se corroboró que la lesión de cinco centímetros que tenía en la frente y arriba del párpado derecho fue por la caída, al igual que las lesiones en la mano izquierda.
Sospechoso continúa detenido
De igual forma el menor de 17 años Marcelo Francisco C.C, acusado de arrojar a la víctima dentro del agua saldrá en libertad en el transcurso de hoy lunes y seguiría su proceso en libertad hasta que se determine su culpabilidad o inocencia.
Esto con base a lo que señala el nuevo Sistema de Justicia Penal en la ley para adolescentes que les impide estar detenidos más de 48 horas, pues antes de este lapso debe de ser presentado ante el Juez.
Una de las pruebas que analizan los peritos sobre el crimen, es establecer el grado de inmovilidad que tenía el occiso en las manos, pues sus familiares señalaron que tenía limitaciones físicas que le impidieron defenderse de manera adecuada.
El reporte
Alrededor de las 16:00 horas del pasado sábado, el agente de Tlaltinango, Mauro Mariano Torres García, reportó al número de emergencia 911 sobre el hallazgo de un cuerpo en una excavación de siete metros de profundidad, ubicada en un camino paralelo de donde pasa el río Atoyac.
Enseguida decenas de pobladores se aglutinaron en los alrededores del paraje el Paredón, entre dos caminos que rodean el predio cubierto de milpa seca y carrizo.
Al lugar llegaron elementos de la Policía Municipal, Estatal y elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Inicia la búsqueda
Los bomberos acudieron con su equipo de rescate vertical e iniciaron las labores de rescate junto con Andrés dueño del terreno.
Luego de vaciar el pozo de agua, uno de los siete bomberos descendió a más de cinco metros de profundidad apoyándose en los anillos del pozo y equipo especial para sacar el cuerpo, el cual aún presentaba movilidad en su parte posterior.
Después de una hora aproximadamente que duró el rescate, un hombre de cabello negro abundante, bigote, vestido con pantalón y camisa color caqui y hiaraches fue sacado del pozo, el rostro y tórax del occiso tenían huellas de sangre y arriba de su párpado derecho presentó una cortada de cinco centímetros.
También la manga izquierda de la camisa desabotonada y rota estaba cortada, los peritos revisaron las bolsas del pantalón que portaba el occiso y unicamente encontraron un billete de 50 pesos en su bolsillo izquierdo.
Sorprendidos, los familiares del campesino lo identificaron como, Mario Francisco Aguillón Cruz, de 54 años de edad, con domicilio en la avenida Ferrocarril sin número de esa misma comunidad, casa ubicada a tres kilómetros de donde ocurrieron los hechos.
Algunos vecinos aseguraron que en un terreno contiguo junto a los árboles donde amarran sus bestias, durante la mañana de ese día observaron rastros de sangre pero no le dieron importancia.
Una pareja de campesinos denunció al joven de 17 años identificado como Marcelo Francisco, de ser responsable de los hechos, por lo cual el menor fue detenido esa misma tarde por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones como presunto responsable de homicidio.
