Bajo el argumento de que su esposa tenía una enfermedad muy grave, un vecino de Santa Cruz Xoxocotlán le pidió una camioneta seminueva a un amigo para que trabajará con la unidad y consiguiera dinero, sin embargo al tener el vehículo estafó a una panadera al pedirle dinero por la camioneta aunque nunca la entregó.
Por lo cual con base al expediente penal 95/2013, el señor Pedro Jorge García Chávez acusado de fraude genérico cometido en agravio de Cristina C. M. fue sentenciado a seis años de prisión y una reparación del daño por 102 mil pesos.
Historia de un bribón
El pasado tres de enero de 2013, el chofer Pedro Jorge llegó a la casa de la señora Cristina ubicada en la calle 16 de septiembre de la colonia 3 de Mayo de Xoxoxcotlán a bordo de una camioneta seminueva color plata, marca Nissan de doble cabina con placas locales RW04620.
Mientras la señora elaboraba roscas para vender el día de reyes, vio que su amigo llegó en el vehículo, para después de saludarse el sujeto de 33 años de edad le ofertó la camioneta en 120 mil pesos, la cual el taxista foráneo le dijo que le serviría para ir por sus insumos y en la entrega y reparto de pan.
Entusiasmada, la víctima pidió a dos de sus empleados que probaran el motor, carrocería y llantas vehículo, incluso fueron a dar varias vueltas en la colonia.
Convencida, la panadera fue al ropero de su casa y sacó 102 mil pesos, entregándoselos al presunto dueño de la camioneta, bajo el convenio de palabra que a finales del mes de enero le daría otros 18 mil pesos a cambio de la factura y la camioneta seminueva.
Descubre el engaño
Los amigos de doña Cristina le advirtieron que el taxista le debió de haber firmado un papel de recibido por los más de 100 mil pesos, sin embargo Cristina dijo que no era necesario pues tenía años de conocer a esta persona.
Sin embargo al término del mes, la víctima acudió a casa de García Chávez para culminar la transacción, sin embargo en el domicilio del estafador se encontraba el verdadero dueño de la camioneta, quien dijo que esa camioneta se la prestó al taxista para que hiciera mudanzas pues su amigo le dijo que necesitaba dinero pues su esposa estaba muy grave de salud.
Enojada la panadera pidió su dinero de vuelta, pero como respuesta recibió insultos y amenazas de muerte, pues el bribón le dijo que le hiciera como quisiera pues ya había consultado abogados y al no tener un papel firmado no le podían hacer nada, además que el dinero ya se lo había gastado.
Decepcionada de su amigo, la señora Cristina fue ante las autoridades correspondientes para poner su denuncia, por lo cual el Juez Tercero de lo Penal Renato Aurelio Cruz Concha sentenció al taxista a seis años de prisión y una multa de 9 mil 207 pesos y reparación del daño de 102 mil pesos acusado del delito de fraude.
