En estos días, exhibe en la galería del Centro Cultural San Pablo el artista Demián Flores, quien en “Dioses Ocultos” reorganiza nuevas configuraciones visuales con una serie de personajes híbridos. Esta exposición fue concebida como un reto a la percepción iconográfica del observador, al desmembrar figuras y formas del imaginario prehispánico y popular para rearmarlas bajo otra sintaxis.
Conformada por cerámicas, pinturas sobre estucos y telas, “Dioses Ocultos” también incluye una serie de litografías. El punto de partida para el observador es la colección “Ídolos Antiguos de México”, conformada por el mismo Rufino Tamayo en 1976; consta de 12 litografías creadas a partir de las más de 1000 piezas prehispánicas que el artista donó al pueblo de Oaxaca y que se alberga en el Museo Prehispánico que hoy lleva su nombre.
Nuevos referentes simbólicos
En esta exposición, el artista Demián Flores retoma otros ídolos cargándolos de nuevos referentes simbólicos, históricos, citas a la historia del arte, de la cultura popular y contemporánea, para reflexionar sobre la identidad, el territorio y la memoria.
En la sala de exposición se entabla un diálogo entre las representaciones bidimensionales y tridimensionales, creando una suerte de lectura relacional, abriendo la mirada del espectador a otra forma de percibir las piezas.
En cuanto a la disposición, una serie de pinturas sin bastidor han sido suspendidas en el centro de la galería; se trata de una serie reciente de pinturas que el artista realizó bajo el concepto de “pinturas plegables”, que posibilitan su movilidad y disposición fuera del muro; esto, también bajo la intención de modificar la visión del visitante.
Con esta exposición, Flores “deconstruye para después reorganizar nuevas configuraciones visuales en esta serie de personajes híbridos entre el pasado y el presente, lo urbano y lo rural, la industria y la artesanía, lo hegemónico y lo marginal, en una superposición de símbolos para representar las múltiples identidades que conforman a México, un país pluricultural y polisémico”.
Evidencia paradojas, contradicciones simbólicas y desajustes culturales
Según Edgardo Ganado Kim, a través de esta serie, el artista juchiteco hace una investigación iconográfica y formal que utiliza para evidenciar paradojas, contradicciones simbólicas y desajustes culturales.
Su quehacer plástico, apunta, lo ha llevado constantemente a una hibridación de las imágenes que utiliza, mismas que son extraídas de códices, pasquines, fotografías, publicidad popular, historietas, etcétera, siempre trabajadas en palimpsesto visual que contrasta época, pulsión, forma y color.
“Ahora, esta manera de proceder se exacerba y se amplía hacia los ensambles tridimensionales que presentan como elemento principal una reproducción comercial de figuras prehispánicas de la región occidente de México. De ellas parecen emerger otras piezas que complementan la iconografía: calaveras, diablitos, Zapatas, entre otros, creando una amalgama de elementos iconográficos que a primera vista pueden parecer contradictorios”.
José Manuel Springer señala que Demián Flores no desea cuestionar ingenuamente los valores de la historia y la tradición: “propone reconstruirlos, revaluarlos, ofrecernos una nueva perspectiva, hacer una traducción simultánea de todos los valores modernos, pre-modernos y prehispánicos, con los elementos que encuentra en el archivo global”.
¿Cuándo y dónde?
Lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas, y domingos de 10:00 a 18:00 horas, en el Centro Cultural San Pablo, Hidalgo 907, Oaxaca de Juárez, entrada libre.
Para saber
“Dioses Ocultos”, de Demián Flores, puede visitarse en la Galería del Centro Cultural San Pablo.
