Miguel Oso Ramírez es el percusionista de La Santa Cecilia y en entrevista exclusiva nos cuenta todo sobre su nueva gira, el nuevo disco y sobre la presentación que tendrán en la ciudad de Oaxaca. Más que una banda, son una familia; y el público oaxaqueño, una familia extensa para ellos. El próximo mes ofrecerán un concierto como parte de la promoción de su disco “Cuatro copas”.
-¿Cómo fue el proceso de su nuevo disco y cómo diseñaron su gira?
-“Cuatro copas” es una bohemia que grabamos en vivo en la Finca Altozano, del chef Javier Plascencia, en Ensenada. Hicimos cuatro días de grabaciones en vivo alrededor de una fogata, con un set de instrumentos muy simples, como sería en la sala de una casa. Queríamos reflejar la manera de vivir la música tradicional a nuestra manera. Las giras del show en vivo reflejan esa mirada entre el público y nosotros, las canciones que amamos de Juan Gabriel, boleros clásicos, huapangos, música tradicional mexicana y latinoamericana. Este show ha abierto algo muy bonito dentro del público, es una fiesta familiar, así la sentimos.
-Ahora que vuelven a Oaxaca con este concierto, ¿cuál es su sentir?
-Oaxaca es un lugar muy especial en nuestros corazones, tenemos amistades que se han vuelto familia. Nuestro acordeonista y requintista es de Oaxaca, de la Sierra Juárez… Ahí la gente nos recibe con tanto cariño y amor. Existe una conexión fuerte entre Santa Cecilia y Oaxaca, que aunque no estemos tocando, visitamos seguido. Tocar en Oaxaca es algo muy especial, estamos muy emocionados de nuestra próxima presentación.
-El formato del concierto tiene un aire de intimidad; eso permite otra conexión con su público; ¿qué esperan para esta presentación?
-Conectar con la gente de una forma íntima. En este disco quisimos hacer algo que mostrara, en especial cuando estábamos encerrados en la pandemia, este formato que usábamos cada vez que nos juntábamos a tocar, carnita asada y mezcalitos. Tocar y compartir música entre nosotros nos ayudaba a salir adelante durante la pandemia y este disco refleja eso, queremos que la gente sienta este acercamiento de vivir la música. La intimidad y la conexión era más importante que llevar una producción más grande; lo haremos de la manera más natural posible para que la gente sienta que estamos ahí en su sala, en su fiesta familiar.
-¿En qué momento están para esta celebración de 15 años? ¿Cómo les ha marcado conformar esta banda?
-Es lo más bonito de esta vida poder ver que nuestros sueños se hacen realidad. Fue nuestro sueño de niños. Uno pensaba de niño: qué se sentirá formar parte de una banda, tener música que la gente adore, viajar, conocer gente… Ahora hemos tenido la gran fortuna de que se nos haya cumplido ese sueño. La Santa Cecilia es la maestra más grande que hemos tenido. Más que una banda somos familia, todos tenemos hijos y es algo bonito y especial poder compartir eso con la gente, no sólo es nuestro, se ha vuelto parte de la vida del público. Hay muchos sueños por delante, nos sentimos muy agradecidos con lo que hemos vivido y las oportunidades que se nos han brindado. Queremos seguir adelante, creciendo y haciendo más música.
Para Miguel “Oso” Ramírez, los premios y las nominaciones son una maravilla y los hace sentir muy bien por el reconocimiento. “Nos llena de corazón que llegamos a una ciudad y esté todo vendido, eso para mí es lo más bonito; el premio más grande es que la gente llegue a nuestros shows, que veamos este crecimiento. “Ganar el Grammy es algo muy especial, se lo regalé a mi mamá y lo tiene en su casa. Es algo muy padre, pero ver a la gente y nuestro público mexicano ha sido increíble. Estoy bien contento con eso”.
Entregados a su público mexicano
El público mexicano es muy entregado según el músico y confirma que como México no hay dos: “Es emocionante ver cómo ha crecido, porque no siempre fue fácil para nosotros y ahora sentir ese cariño, ver que la gente está abierta a lo que estamos haciendo, nos da mucho impulso”.
