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Miscelánea: Las voces de la Patria

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Leonardo Pino

 

-I-

Los principios lo son todo: Benito Juárez (en negritas, subtítulo)

“En San Pablo Guelatao, / del Estado de Oaxaca, / nació don Benito Juárez en un pobre jacalón. / Fue en mil ochocientos seis / cuando esto se registraba, / nadie se imaginaba / lo que ese niño iba a valer. / Por defender nuestra patria / peleó contra el invasor; / fue Benemérito invicto / aquel humilde pastor, / que le donara a Oaxaca. / una corona de honor”. (Corrido Don Benito Juárez, recopilado por Vicente Mendoza). 

Don Benito Juárez, nacido en nuestro estado como lo recuerda el corrido, fue el primer, y único, presidente indígena de nuestro país. Dignificó la primera magistratura a partir de enero de 1858, hasta su muerte ocurrida el 18 de julio de 1872.

Los escribas de la versión conservadora de la historia, que generan ideología para los regímenes más represores y antinacionales, han envuelto en una pesada niebla oscurantista la historia del Benemérito. Tampoco las escasas fotografías y retratos muestran al verdadero Juárez, al dulce esposo, al tierno padre, al –a veces– despreocupado y alegre paisano. Sin embargo, el patriota oaxaqueño es mucho más que una estatua solemne y que el duro bronce en que quisieron encerrarlo; es más humano que como lo pintan.

Por ello, en este 217 aniversario de su nacimiento, es mejor que él hable de él, servido de su prosa clara, para que todas y todos tengamos una impresión precisa del prócer.

 

“En 21 de marzo de 1806 nací en el pueblo de San Pablo Guelatao de la jurisdicción de Santo Tomás Ixtlán, en el estado de Oaxaca. Tuve la desgracia de no haber conocido a mis padres Marcelino Juárez y Brígida García, indios de la raza primitiva del país”.

“El día 17 de diciembre de 1818 y a los doce años de mi edad me fugué y marché a pie a la ciudad de Oaxaca a donde llegué en la noche del mismo día”.

“El 29 de noviembre de 1847, me encargué del Poder Ejecutivo de Oaxaca, que ejercí interinamente hasta el día 12 de agosto de 1848. Fui reelecto para el segundo período constitucional que concluyó el 12 de agosto de 1852”.

“Siempre pensé que el primer gobernante de una sociedad no debe tener más bandera que la ley; la felicidad común debe ser su norte e iguales los hombres ante su presencia, como lo son ante la ley. El pueblo, es la única fuente pura del poder y de la autoridad”.

“Debemos procurar en nuestros escritos, y aún en nuestras conversaciones, educar a los pueblos inculcándoles las ideas de libertad y de dignidad, con lo que les haremos un bien positivo”.

“La instrucción pública es el fundamento de la felicidad social, el principio en que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”.

“Formar a la mujer con todas las recomendaciones que exige su necesaria y elevada misión, es formar el germen fecundo de regeneración y mejora social. Por esto es que su educación jamás debe descuidarse”.

“No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. No se pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir, en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley señala”.

“Aquel que no espera vencer, ya está vencido”.

“El pueblo que quiere ser libre, lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”.

“Los hombres no son nada, los principios lo son todo”.

-II-

Es indispensable la participación de la

mujer en la lucha social: Lázaro Cárdenas (En negritas, subtítulo)

“Novecientos treinta y ocho de feliz recordación, / en que nuestro presidente / declaró la expropiación. / Declaró la expropiación / del petróleo mexicano / para que su pueblo fuera / grande, libre y soberano”. (Corrido de la expropiación; Guillermo Argote). (EN CURSIVAS)

El jueves 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas declaró la expropiación, a favor del patrimonio nacional, de los bienes muebles e inmuebles de las compañías petroleras que no acataron el laudo en favor de los obreros.

Esta medida extrema se tomó, en gran medida, debido al accionar clasista, racista y explotador de las compañías petroleras extranjeras, cuyos abusos no permitieron ninguna otra salida. La nacionalización de la industria petrolera se impuso como único remedio, en un escenario internacional convulsionado: la Alemania de Hitler invadió Austria; España se debatía en una sangrienta Guerra Civil y Estados Unidos, estaba sumido en la llamada Gran Depresión.

El Estado nacional contrajo una deuda que superaba las posibilidades de pago del gobierno. El general Cárdenas convocó a la movilización y contribución del pueblo, que respondió de manera solidaria y patriótica.

Al conmemorar y celebrar el 85 aniversario de esta gesta revolucionaria, es justo y necesario que hable, a través de sus escritos, el gran líder de esa jornada: el general Lázaro Cárdenas del Río.

(EN CURSIVAS LAS SIGUIENTES LÍNEAS)

“Han tenido dinero para armas y municiones para la rebelión. Dinero para la prensa antipatriótica que las defiende. Dinero para enriquecer a sus incondicionales defensores. Pero para el progreso del país (…) no hay dinero, ni posibilidades económicas, ni voluntad para extraerlo del volumen mismo de sus ganancias”. 

“Juzgan que su poder económico y su orgullo les escuda contra la dignidad y la soberanía de una nación que les ha entregado con largueza sus cuantiosos recursos naturales y que no puede obtener, mediante medidas legales, la satisfacción de las más rudimentarias obligaciones”.

“Nuestra explotación petrolífera no se apartará un sólo ápice de la solidaridad moral que nuestro país mantiene con las naciones de tendencia democrática y a quienes deseamos asegurar que la expropiación decretada sólo se dirige a eliminar obstáculos de grupos que no sienten la necesidad evolucionista de los pueblos”.

“En México no debiera haber magnates ni mendigos. Una justa distribución de la riqueza pública daría bienestar a todos los hogares y traería la paz al espíritu del pueblo mexicano, cuyo temperamento no es para ver pacientemente su miseria frente a la opulencia”.

“La miseria, la ignorancia las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos".

Me esforcé por servir a mi país y con mayor empeño al pueblo necesitado. Cancelé muchos privilegios y distribuí una buena parte de la riqueza que estaba en pocas manos”.

“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria".

“El crecimiento humano se derrama como los ríos: corre hacia las tierras bajas o deshabitadas”.

“No puede existir democracia política mientras no se imponga la democracia económica”.

“Los pueblos que carecen de cultura viven siempre en la miseria. Estudiar y prepararse es deber de todo ciudadano. El estudio y la cultura elevan la moral de los pueblos. Hagamos de cada cantina una escuela y de cada iglesia una universidad”.

“Los intelectuales y técnicos no han correspondido al ideario de la revolución. La han entendido, pero no la han atendido”.

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