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En tiempos de guerra poetas mexicanos conjuran violencia con la poesía

autores-oaxaca
Foto(s): Cortesía
Redacción

Israel Sánchez

 

CIUDAD DE MÉXICO.- El mundo, opina la poeta María Baranda, siempre ha sido convulso y terrible; "y siempre ha habido guerras, desgraciadamente". 

"Yo creo que la palabra poética ayuda a resarcir el mundo, la literatura en general. Pero la palabra poética (lo hace) porque trata de abrir los sentidos y del afecto, de contactar la mente con las emociones inmediatamente", dice Baranda (Ciudad de México, 1962) en entrevista remota. 

"Siempre ha estado presente para eso. De alguna manera, la poesía salva, yo pienso, y la literatura en general", remarca la autora, titular de la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz, en la UNAM.

Como los únicos mexicanos convocados al primer Salón Internacional del Libro Infantil y Juvenil (SILEJ, por sus siglas en francés) en Casablanca, Marruecos, el cual arrancó ayer, tanto Baranda como Adolfo Córdova, también autor, han optado por la poesía como eje de su participación. 

 

 

"Va a ser la poesía desde México la que represente", apunta Córdova (Veracruz, 1983), quien el lunes 20 trazará en el encuentro marroquí una ruta breve de autores clásicos como Aquiles Nazoa y María Elena Walsh hasta otros contemporáneos como Martha Riva Palacio, Jorge Luján, María José Ferrada y la propia Baranda.

"El punto es diversificar la idea que tenemos de poesía porque hay muchos prejuicios sobre lo poético y lo infantil", detalla el también periodista e investigador. "Y también desbaratar un poco prejuicios sobre los retratos de infancia que se hacen a través de la literatura, y cómo a lo mejor hay una idea en el extranjero sobre cómo son los niños y niñas en Latinoamérica, en México, y las cosas que leen". 

Baranda, por su parte, hablará el martes 21 de la poesía como una herramienta de vínculo en la primera infancia, donde considera que está la base del lenguaje. 

"Y cómo a través de la poesía puedes detonar un espacio de seguridad afectivo para crear la personalidad, para no tener estos apegos tan ansiosos que hay, sino poder liberar la imaginación, el juego. Y cómo yo como adulto voy a permitir que esos espacios se den", comparte la autora de libros como Dylan y las ballenas y La casa del dragón y otros poemas. 

"Porque muchas veces no permitimos o no dejamos que los niños se expresen oralmente o que simplemente jueguen con las palabras; entonces, cómo abrir esos sitios, cómo dar esas posibilidades, cómo lograr una experiencia profunda del lenguaje para que sea una herramienta afectiva".

 

 

Dada la crítica situación en Medio Oriente por el conflicto palestino-israelí en la Franja de Gaza, acudir a este primer SILEJ hablando de poesía como un refugio para la infancia parece más que pertinente. 

"Es cuando más necesitamos darles a los niños poemas, cuentos, retahílas, cantos", subraya Baranda. 

"No podemos permitir que todo este odio, y todo este deshacer la palabra, el diálogo, porque cuando uno se va a la guerra es porque se perdió la palabra, se meta en las infancias y en las juventudes también. Es gravísimo. Entonces, más que nunca creo que el poeta tiene esa función de estar en el mundo para decir, para cantar, para ayudar a abrir los sentidos y a conectar". 

Para Córdova, en tanto, resulta importante además mostrar que en México no se le da la espalda a tales temores, contrario a una sobreprotección de las infancias; de ahí que en su charla referirá un poemario como Diente de león, de Baranda precisamente, que reconoce la dura realidad nacional y cómo las y los menores sobreviven en ella. 

"Creo que haríamos mal desvinculando a la literatura de las crisis de las desapariciones o de la violencia en México, por ejemplo. Pero hay que ver cómo la literatura permite atravesarla, cómo puede ser eso un espacio que nos salve del horror, que lo transforme, que nos haga poder reelaborar", plantea el autor de Jomshuk, niño y dios maíz y El dragón blanco y otros personajes olvidados.

 

 

"Voy a intentar que eso esté también en mi charla: un México y un pedacito de Latinoamérica en donde reconocemos la violencia que viven los niños, niñas y jóvenes, pero intentamos que la palabra la conjure de alguna forma, los ayude a atravesarla de una manera más esperanzadora". 

Organizado por la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Archivos de Marruecos, junto con el Ministerio de la Juventud, la Cultura y la Comunicación, el SILEJ busca promover la literatura infantil; facilitar los intercambios entre los profesionales de la industria del libro y el público en general, y estimular el interés por la lectura entre los jóvenes.

Se realiza en el Anfa Park, en Casablanca, hasta el próximo 22 de noviembre, y como la mayoría de los encuentros libreros incluye entre sus actividades presentaciones editoriales, firmas con autores, conferencias y estands de venta.

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