San Lorenzo Cacaotepec.- A los 80 años de edad don Aarón Hilarión Cruz confiesa que hace lo que puede para sobrevivir. “Me buscan para trabajar, limpio patios, a veces corto leñita y así vivo con lo poco que me dan, aunque mis hijos también me apoyan”.
Mientras espera la entrega de su apoyo del programa adultos mayores en la explanada municipal, expresa que nunca tuvo una pensión, ¡nunca!, “hasta que el Gobierno Federal hizo este programa nos comenzaron a tomar en cuenta”.
-Y ahora les van a dar el doble de la pensión…
-Eso dicen, ojalá que el señor presidente Andrés Manuel López Obrador nos compadezca más y nos cumpla con su promesa.
Manifiesta que en Cacaotepec cada vez hay más adultos mayores. “Anteriormente no había eso de las vacunas, no había protección para nosotros, ahora gracias a Dios nos vacunan y nos medicinan, cualquier dolorcito vamos al médico, venimos al centro de salud y de esa manera vivimos más”.
Mientras se apoya en un pedazo de madera a modo de bastón, por una lesión en los meniscos de la rodilla derecha, agrega que su alimentación es rústica pero se compra complementos alimenticios. “Unas vitaminas; acabo de almorzar o de comer, me tomo mi vitamina y ya ando como quinceañero, jajajajajajaj”.
Asevera que el recurso de los adultos mayores sí les ayuda: “Poco pero nos ayuda y ahí vamos estirando la liga también; lo que nos dá el señor gobierno lo cuidamos de manera especial y ya lo poquito que conseguimos pues ya nos ayuda más”.
El hombre de tez morena y cuerpo delgado, justifica que los hijos también tienen sus cargos, sus hijos, su familia, por lo que a veces no pueden apoyar a sus padres.
-¿Usted de qué vive?
-De algunos trabajitos, porque cuando uno ya no puede trabajar queda uno bajo el régimen de los hijos aunque no del todo, porque ya cada quien tiene su mundo aparte; ya son, pudiéramos decir, libres, pues ya no están bajo la custodia de los padres.
-Entonces los padres quedan bajo la custodia de los hijos…
-Es lo que siempre he dicho, porque cuando los padres criaron a sus hijos, los padres atendieron a los hijos; ahora tienen que ser todo para la pareja que los crió.
-¿En qué gasta los recursos que recibe?
-En alimentación, compro mi pan, mi azúcar, mis medicinas.
-¿Vive con su esposa?
-No, mi esposa ya tiene 13 años que murió. Tengo ocho hijos, pero ya están casados, tienen su mundo aparte, ellos se manejan solos; ya si les sobra un taquito pues se acuerdan del padre. Hay que también sobrellevarlos porque la vida está dura.
