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Jorge, el cinéfilo de Oaxaca que enchiló a Blue Demond

Foto(s): Cortesía
Redacción

No sólo colecciona una importante cantidad de posters de películas, la vida de don Jorge Morales gira en torno al cine desde que tiene memoria. Una afición heredada por su padre y que lo llevó incluso a participar como extra en las películas “Nacho Libre” y “Morelos”; además, ese mismo interés por la pantalla grande, le dio una grata experiencia: compartir mesa con personajes de la lucha libre como Blue Demond y el Huracán Ramírez.


Jorge, quien actualmente expende parte de su colección en el Paseo Juárez El Llano, fue primero un recurrente cliente de los cines Mitla, Alcalá y Cinelandia. De esta manera alimentó su pasión, la cual hoy todavía le da para comer y para compartir cientos de historias.



¡Cácaro!, el inicio de una interminable colección


Gracias a que don Jorge recorrió gran parte de la Mixteca llevando proyecciones de cine a las comunidades, logró reunir una buena cantidad de posters. Aunque la mayoría corresponden a películas nacionales, también cuenta con carteles de películas extranjeras como Rambo y Batman. En su casa tiene más de 10 mil carteles de diversas obras llevadas a la pantalla grande a través del séptimo arte.


Actualmente disfruta conversar sobre su pasado, de cuando viajaba a bordo de una camioneta a diversos pueblos mixtecos y anunciaba la proyección de películas como “El Santo contra las Momias de Guanajuato”. Todavía recuerda como la gente se acercaba con sus sillas y se emocionaba al grado de de corear el nombre del “enmascarado de plata”, como si este estuviera peleando frente a ellos.


“¡Cácaro!”, los gritos y los silbidos no se hacían esperar cuando el proyector fallaba, pues la gente se involucraba mucho con la película. Los más radicales lanzaban piedritas incluso para que don Jorge lo arreglara.



El poster más antiguo y los que le robaron el corazón


En la casa de don Jorge las paredes, espacios en los que las familias mexicanas acostumbran a presumir parte de su familia y sus logros, las fotografías de sus parientes comparten espacio con algunos carteles de cine. “El Analfabeto”, de Cantinflas, “Los 10 mandamientos” de Cecil B. DeMille y el más grande, “Cabalgando con la Muerte” de Mario Almada. Probablemente sus favoritos, pues hasta se encuentran enmarcados.


Dentro de los posters más antiguos que posee destacan el de “Romance Roto de Lily”, originalmente conocida como “City Lights”, del mismísimo Charles Chaplin. Dicha película se estrenó en 1931, es decir hace 86 años.



Su encuentro con Diana Bracho y Emilio “Indio” Fernández


El coleccionista oaxaqueño recuerda como un día llegaron dos personas a su puesto, ubicado en el Paseo Juárez El Llano, el caballero le preguntó si de casualidad conocía a la mujer que lo acompañaba. A lo que don Jorge respondió: “Como no, Diana Bracho, El Castillo de la Pureza, Las Poquianchis...”, sorprendiendo a la actriz quien no dudó en acercarse y conversar sobre su experiencia en el cine. El resto de gente que circulaba en el tianguis, ignoró que esa tarde la sobrina de Dolores del Río se encontraba ahí, conversando con un coleccionista de carteles de cine.


Don Jorge también fue mesero, y asegura que ejercer este oficio en Oaxaca te abre las posibilidades de conocer a mucha gente. Y así fue, se encontraba sirviendo en una fiesta en el Rancho San Felipe cuando tuvo la oportunidad de conocer a otro ícono del cine mexicano, Emilio “El Indio” Fernández, con quien platicó y se tomó fotografías. La mesereada le permitió estrechar la mano con otros grandes como Valentín Trujillo, Sergio Barrios, Jorge Rivero, Rafael Inclán, Lucha Villa, entre otros.



Reflexiones sobre la época de oro del cine mexicano y la situación actual


Para Jorge Morales no sólo la temática ha cambiado en el cine, pues asegura que los actores y actrices eran más accesibles, la humildad era su principal característica. Sin embargo también considera que las historias que se contaban iban más apegadas a la realidad, el drama de la vida.


Películas como “Los Olvidados”, “Ciudad Perdida”, “Corona de Lágrimas”, “Cuando los Hijos se Van”, entre otras, retrataban conflictos cercanos a la cotidianidad, eran temas con los que uno podía reflexionar. El cine era eso, reflexión, emociones, sentimientos. Asegura que desde la llegada de la ciencia ficción o las películas de acción, todo esto se fue perdiendo.


 


La vez que Nochixtlán le puso una “enchilada” a Blue Demond


El mismo gusto por el cine llevaría a don Jorge a descubrir otra de sus pasiones, la lucha libre, después de pasar horas viendo películas del Santo y Blue Demond, tuvo la oportunidad de ser promotor del pancracio mexicano y no dudó ni un segundo en hacerlo.


Gracias a su empeño, logró tocar las puertas correctas y consiguió traer a Huracán Ramírez a la Mixteca, sin embargo la gente no le creyó y la asistencia mermó el día de la función. Quería revancha y vaya que la encontró, para su segunda producción logró traer a Blue Demond y con él se ganó la confianza del publico.



Don Jorge cuenta que cuando se dirigían hacia la Mixteca, tras recibir al luchador en el aeropuerto, pasaron a comer a Nochixtlán, donde una salsa verde de chicharrón le sacó las lagrimas al ídolo de multitudes, quien a pesar del picor se terminó el platillo junto con dos tazones de chocolate de leche y sus dos panes de yema.


Don Jorge actualmente vende su colección y la hace más grande, pues nunca falta un conocido que le hace llegar un poster más. Aunque un divorcio se llevó muchos de sus recuerdos, fotografías, carteles, autógrafos, él siguió adelante y hoy es uno de los coleccionistas más importantes del estado. Su pasión, el cine, le da de comer, pues como le dijo a Diana Bracho en su momento respecto a su colección, “de que se lo coman los ratones, mejor me lo como yo”.

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