"La piel envejece, pero el alma no" es la premisa que enuncia la ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche, documental que explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. Esta noche, en función especial de OaxacaCine será proyectada esta película en la pantalla del Teatro Macedonio Alcalá, con la presencia de la directora y dos protagonistas.
A lo largo de una década -lo que le llevó concluirlo- el documental cambió drásticamente, asegura María José en entrevista. La diseñadora gráfica, quien se adentró con este largometraje en el mundo del cine, sabe que cuanto se trata de hacer un documental se comienza en papel, con algo escrito y una investigación previa.
Bellas de Noche es una película de inspiración universal, es una celebración de la vida a través de la voz femenina.
Concibió desde un principio el documental como una especie de homenaje tanto a las vedetes, como a la época de cabarets y vida nocturna. Otra de sus ideas fue desvanecer los chichés que acompañan a estas mujeres, que el público pudiera aprender a quererlas y a respetarlas. Finalmente a ella le dejó un gran aprendizaje sobre cómo quitarse los prejuicios.
"Lo que no se puede planear en un documental es cuál será tu acercamiento con los personajes y cuál será tu relación con ellos, ahí es donde se da o no la magia. En la primera parte del documental vemos a las mujeres interpretando al personaje de la vedete, bailando, poniéndose sus vestidos y hablando de la época -todo apoyado con material de archivo- y después vemos en pantalla a mujeres sensibles y a la vez fuertes".
Precisamente en ello radica la fuerza del documental, en el presente de estos personajes que literalmente se quitan el maquillaje para mostrarse como son. Al ser una película testimonial María José supo que el valor del filme está en contar la historia de estas mujeres, no de sus personajes.
En el proceso se ve cómo ellas van descubriendo su personalidad como capas de una cebolla, dado que fue la primera vez que creo que les puso una cámara cómplice, así lo consideró su directora, quien señala que hay una línea muy frágil entre el personaje y la mujer: "creo que ellas con o sin cámaras salen como son y que finalmente siguen siendo el personaje, no lo están actuando son el personaje".
La función especial de OaxacaCine es bellas de Noche, ópera prima de María José Cuevas.
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Plumas exóticas, altos tacones, lentejuelas, cuerpos esculturales, joyas, champaña: así suele recordarse el glamuroso mundo de las vedettes mexicanas ahora que aquellos cabarets, donde eran las indiscutibles reinas de la noche, ya no existen.
Bellas de noche comienza cuarenta años después de terminada la función. Filmado a lo largo de ocho años, desarrollando así una relación de complicidad y confianza entre la directora y las protagonistas, quienes fueron algunas de las más importantes estrellas de variedades en los años setenta y ochenta en México.
El paso del tiempo, la juventud perdida, el espejismo de la fama, la posibilidad de la alegría, son asuntos a los que estas mujeres nos responden dignamente, encontrando así su propio camino para reinventarse con fuerza y perseverancia.
De la desnudez de los cuerpos a la desnudez de las almas, esta película es el retrato, ya sin maquillaje, de cinco mujeres que atravesaron la noche hacia otras posibilidades de belleza, manteniendo siempre su independencia y libertad.
Premios y festivales:
Selección oficial Festival Internacional de Cine de Toronto. Canadá.
