Pocas mujeres conocen el secreto, ese con el que se confecciona la blusa representativa de la indumentaria típica que usan las mujeres de Tlacolula y que, con su inigualable belleza, hizo su aparición en 1934, en el primer Homenaje Racial que se hizo en Oaxaca y que es el antecedente de la Guelaguetza; se trata de un tejido sin igual: la randa.
Sin embargo, hoy está en peligro de desaparecer. El tejido hecho con nudos de hilo mercerizado, proceso mediante el cual se le da al hilo un acabado brillante, de algodón –crochet-, en donde se utilizan agujas de diferentes tamaños, es complejo.
El tejido se hace con hilo mercerizado de algodón –crochet. FOTO: Giovanna Martínez
Tiempo y costos
De tres meses a un año es el tiempo que invierte una tejedora de la randa y el modelo demora según la dificultad de la hechura. Es alto en costos y esa ha sido una de las causas de que su elaboración esté en riesgo.
Las tejedoras que quedan, buscan obtener una solvencia económica, pues una blusa con tejido de randa tiene un valor histórico y económico y su precio va de los cinco mil hasta 30 mil pesos por pieza.
“La actividad ya no se hacía, se tenía el antecedente de una sola señora; yo comencé con algunas personas, actualmente somos 40 en la comunidad las que nos dedicamos a tejer; en lo particular, me interesa que el pueblo recupere su actividad”, asegura el maestro y director de la Casa de la Cultura, René Calderón.
Diversas formas y figuras se consiguen con esta técnica. FOTO: Giovanna Martínez
Precisión y paciencia
Precisión y paciencia son las características que debe cumplir una persona interesada en aprender la técnica de tejido de la randa de aguja, el cual consiste en hacer una serie de nudos para formar una estructura de encaje.
En Tlacolula existe un taller en donde por 50 pesos por clase, una persona puede aprender; René hereda sus conocimientos a los interesados, con el objetivo de que esta artesanía no se extinga.
En el taller ubicado en la calle de Nicolás Bravo número 12 de Tlacolula, el artista de 57 años, narra que durante el Homenaje Racial de 1934, la delegación de Tlacolula -coordinada por Adolfo Vasconcelos- se presenta con una blusa representativa con tejido de randa.
Estos tejidos, explica, tienen un origen europeo, básicamente español, sólo era utilizado y practicado por las mujeres de clase alta que habitaban en Tlacolula, tras la llegada de la Corona española.
La randa consiste en tejer a base de nudos. FOTO: Giovanna Martínez
De bailarín a tejedor de randa
La falta de vestuario propio de la delegación de Tlacolula, hace que René busque prendas donadas o compradas para complementar la indumentaria necesaria para la presentación de los Lunes del Cerro.
Después de algún tiempo, se percata que las prendas por el uso estaban a punto de romperse; por lo que pensando en como enmendar el hecho, comenzó a tratar de descifrar el tejido de la randa.
Asegura que anteriormente las mujeres se sentaban sobre un petate, colocando la rodilla en alto y empezaban a tejer. Él lo hizo de diferente forma, pero logró reparar una camisa de randa.
“¡Trae tu hilo y aguja, yo te enseño!”
A nivel folclórico, René dirige la delegación de esa comunidad, -la presentación de la mayordomía del señor de Tlacolula y del Jarabe del Valle- ayudado del conocimiento de su madre desde 1990.
En el 2009 lo nombran director de la Casa de la Cultura, fecha en que inicia el taller de randa y comienza a dar clases.
