Efigenia y Eloy han convertido los ingredientes más simbólicos de la gastronomía oaxaqueña en nieve tradicional. Gracias a ellos el sabor el tradicional pan de cazuela de Tlacolula de Matamoros o una mezcla de chapulín con mezcal se puede disfrutar a punto de hielo.
“Lo que nos hace distintos de los demás, es que nuestras aspiraciones van más allá de lo común”, explica Eloy Ramírez Flores propietario de un negocio familiar que ha llevado a diferentes foros del país la nieve tradicional oaxaqueña con sabores exóticos, frutales y hasta veganos.
Mientras atiende el puesto que en el Paseo Juárez El Llano montaron como parte de la Feria del Mezcal, Efigenia Ruiz Cruz, no esconde el orgullo que siente por ofrecer 40 sabores distintos para quienes quieren refrescarse del calor.
Es, sin dudarlo, la nieve de encanto zapoteco, esa que se elabora a base de pan de cazuela, “típico de Tlacolula, de donde somos”, la que atrae más a los paladares de sus compradores, pues además de entremezclar el sabor a harina, manteca de cerdo y canela, resalta por lo dulce del chocolate.
Más allá de lo tradicional
Sin faltar los sabores de la línea tradicional, como la leche quemada, tuna, sorbete, nuez, limón rayado o mamey, ambos buscan ir más allá de lo convencional al crear sabores exóticos como el de maracuya, o la mezcla de yoturth natural de bùlgaros con frutas tropicales que llaman “beso de cenicienta”.
Como “todo lo que hacemos es natural”, le han apostado a una línea de sabores gourmet, donde crearon la nieve zambors, nombre construido por cada ingrediente que lleva: zanahoria, apio, manzana, pétalos de rosa, pasas y nuez.
“Esa le gusta mucho a la gente, es la que nos ha abierto las puertas a nivel nacional”, resalta orgullosa de haber empezado en el 2002 a recorrer foros de la pequeña y mediana empresa (Pymes), encuentros de salud holística o incluso hospitales.
La participación en cursos de capacitación en la Secretaría de Economía les ha abierto el panorama para crear nuevos sabores de nieve que se logra después de batir la mezcla 30 o 40 minutos dentro de una garrafa que se coloca en un barril con hielo y sal.
Vicente Ramírez Morales, padre de Eloy, fue precursor en la creaciones de sabores como beso de ángel, pero ahora, junto con su esposa Efigenia diseñaron una línea vegetariana y de manera reciente la vegana..
“Es la más reciente que hemos creado, son sabores que no llevan nada de extracto animal”, por lo que utilizan sustitutos como la soya.
