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Las otras flores para los difuntos de Oaxaca; alistan cresta de gallo

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Con poco margen de ganancia y sin figurar en alguna estadística oficial, Gloria Ramírez Celaya y su esposo Austreberto León, cosecharán en La Ciénega, Zimatlán, casi dos hectáreas con flor del genero celosía, conocidas comúnmente como "cresta de gallo" o "borla", que adornarán los altares y panteones el próximo 1 y 2 de noviembre.


Aunque la siembra de esta flor en Oaxaca convive con la de cempasúchil, la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) no tiene registro del número de productores lo hacen ni cuántas hectáreas se destinan a ello.


La demanda de esta flor es poca y sólo durante las festividades de Muertos; implica una inversión de al menos cinco mil pesos por hectárea, incluyendo los jornales de los trabajadores que al momento de la siembra requieren, que son entre tres o cuatro.


Gloria, quien entre sus quehaceres de la casa que incluyen llevar el almuerzo a su esposo y a los trabajadores, no habla de toneladas, la cosecha la contabiliza por el número de flores que espera ascienda a 30 mil, pues ha sembrado 150 surcos.


Un peso si la flor es de mediano tamaño o hasta dos pesos si es un poco más grande, es lo que podrá pedir a los compradores que lleguen hasta su casa a partir del próximo 25 de octubre, algunos desde el estado de Veracruz.


“Se vende también por maleta, rollos o suelta, una pieza a uno o dos pesos, pero la gente no paga más. Vienen de la ciudad de Oaxaca, Puerto Escondido, Santa Catarina Juquila, o de Veracruz”, relata.


Ella se asume como una mujer de campo, rol que es poco valorado a pesar de que es ella quien siembra, lleva el abono y el fertilizante.


Además, es quien desde hace 15 años se encarga de la cosecha y venta de una flor que por su color equivale a tener un gran jardín frente a su casa, en los terrenos que tiene cruzando la calle. 


Sembró también cempasúchil, pero sólo media hectárea, cuya cosecha venderá a los revendedores.


“La gente viene con su camioneta a cortar”, asegura.


Toda la flor que hay en un camellón con cuatro surcos los vende en 800 pesos. Incrementar el precio significa lo sembrado, todo tiene que salir antes del 1 de noviembre próximo, lo que quede “ya no se vendió”.

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