San Andrés Zautla, Oaxaca.- Es mediodía y en la cuesta para llegar al atrio del templo de este municipio eteco suben y bajan visitantes. Arriba se escucha una gran fiesta con música de mariachi, ya que grupos folclóricos de comunidades aledañas amenizan la tarde. Es el tercer día de la edición uno de la Feria del Curado y del Mezcal.
Al llegar finalmente al atrio los olores de los anafres y tortilla recién cocida se combinan con el del agave y aromas dulces que se filtran por el olfato para terminar en el paladar. En stands construidos ex profeso para la ocasión, 18 productores ofrecen sus recetas familiares de curados.
Cada productor, reunido con familiares, ofrece al visitante sus creaciones: jamaica -cosechada en el valle zauteco-, lima, tamarindo, mango, maracuyá, naranja, mandarina, piña y los más aventurados hasta kiwi y guanábana.
Un caballito de carrizo basta para la prueba, aunque hay varios que de una vez se sirven un vaso entero, con hielo, o compran la botella de un cuarto, medio o litro completo para degustarla mientras prueban otros sabores.
La degustación no cesa, a cada visitante le obsequian por lo menos un caballito de curado. FOTO: Carina Pérez García
El calor apremia y los integrantes de los grupos invitados salen, tras su participación, empapados en sudor para no discriminar ningún sabor de curado. Los bailes recién presentados son veracruzanos, prueba de la multiculturalidad bienvenida en esta comunidad, que a lo largo de tres días ha realizado desde calendas de luces hasta conciertos de trova.
Alrededor del espacio que dispusieron como escenario la vendimia de comida y antojitos no cesa, desde empanadas de amarillo y verde, hasta mole negro, coloradito, almendrado, memelitas, tlayudas, chiles rellenos, dulces regionales, buñuelos, tacos de chicharrón y caldo de guajolote terminan por seducir al paladar más exigente.
En pequeños puestos de carrizo, adornados en los techos con ramas de ocote reciben al visitante. La edad para probar el curado tiene un margen diverso y un grupo de niños curiosos espera tener suerte y que alguien les de la prueba; llevan más de media hora mirando cómo los adultos toman y uno de ellos reta a los demás para obtener un caballito: -"Aquí tienen de kiwi, güey" le dice un chico a otro.
Durante tres días se realizó la primera Feria del Mezcal y del Curado en San Andrés Zautla. FOTO: Carina Pérez García
En su stand, en el que acomoda nuevamente pequeños carrizos, limones y sal de chile, es doña Ana María Chávez Cervantes la que cuenta que su pequeño negocio familiar, con el que apoya la economía de su hogar, tiene una historia de 15 años; la experiencia que tiene en la elaboración de curados.
"Con esta feria queremos atraer a la gente y acercarla a nuestra comunidad. Darles a conocer esta tradición. Nosotros comenzamos a preparar este tipo de bebida para darle un agregado al mezcal. Licuamos la pulpa de algunas frutas y el jugo de otras, para crearlos. Afortunadamente hemos tenido éxito en esta feria".
Doña Ana María comparte que en su comunidad hay de 50 a 60 productores de curados y algunos compran el mezcal al palenque que hay en el municipio cuando tiene producción. "Hay aquí quien cultiva el maguey y a ellos les compramos, aunque cuando no tienen, de Matatlán nos surten el mezcal blanco" apunta.
Su marca, Yacutla, que significa Zautla en náhuatl, alude al nombre antiguo de este municipio situado a 25 kilómetros de la ciudad. Del 24 al 26 de febrero se llevó a cabo la edición uno de la Feria del Curado y del Mezcal, organizada por iniciativa de su autoridad municipal. A lo largo de tres días se realizaron conciertos, presentaciones de danza, calendas y degustaciones gastronómicas; el domingo concluyó con un concierto de órgano histórico que atrajo al turismo internacional.
