OAXACA.- Tres personas, entre ellas una señora y dos menores de edad estuvieron a punto ser arrastrados por el río Atoyac, cuando intentaron cruzar el afluente a bordo de su vehículo en inmediaciones de Guadalupe Etla, sin embargo fueron rescatados por cuerpos de socorro.
Según informes de seguridad, 15 minutos antes de las 08:00 horas el Centro de Control Comando y Comunicación, (C4) recibió una llamada de alerta debido a que en el paraje del Carmen, una camioneta color rojo era arrastrada por la corriente.
Minutos después, al lugar arribó personal de Protección Civil de la Villa de Etla, quienes elaboraron un rápido plan de rescate pues el agua ya había cubierto parte de la camioneta y la conductora de 48 años de edad presentaba crisis nerviosa.
El rescate
Luego de asegurar el vehículo para que no continuara su arrastre, los socorristas tendieron cuerdas y se introdujeron a la corriente, los osados rescatistas llegaron hasta la unidad marca Chevrolet cabina y media de donde sacaron cargando al menor de 12 años de edad identificado como Brayan. Cargando en su espalda también los paramédicos rescataron sana y salva a la señorita Guadalupe de 16 años de edad. A la par personal de la Policía Estatal y el Heroico Cuerpo de Bomberos llegaron a la zona y finalmente sacaron con bien a la conductora que se identificó como Julieta.
Ya en tierra firme, las víctimas fueron valoradas, su estado de salud fue reportado como estable. Después de ser atendida, la señora Julieta indicó que intentaba llevar a los menores a sus respectivas escuelas, sin embargo quedaron atrapados por el río, cuya corriente poco a poco los iba introduciendo.
Posteriormente las maniobras continuaron para intentar sacar el vehículo del rió.
Las recomendaciones
Las autoridades en materia de seguridad recomiendan a la ciudadanía prestar atención cuando los ríos y arroyos están crecidos, ya que aparentemente no tienen ningún riesgo pero es todo lo contrario, ya que traen una gran fuerza en la corriente. Por ello es importante no intentar hacerles frente a los cuerpos de agua y mucho menos tratar de cruzarlos de manera imprudente pues la acción representa un grave riesgo que se pone en peligro la vida propia y la de los demás.
