Una dama guapa | NVI Noticias Pasar al contenido principal
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Una dama guapa

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Gregorio Melgar Valdés

–¿No me reconoces? ¡Siempre es lo mismo, estoy harta! Vamos, siéntate y compórtate como lo que pareces, una persona educada, hablemos unos minutos.

–No tengo nada que hablar con usted, no la conozco, así que terminemos y salga de mi casa.

–Sí, sí, terminaremos pronto y nos iremos –dijo ella– pero quiero detenerme un poco y hablar con alguien. ¡Tanto tiempo hace que no hablo con nadie! y a ti que te doy la oportunidad, me la niegas. Hace mucho hablé con un enamorado griego que bajó al Hades en busca de su amada Eurídice. Mucho después, Dante descendió nueve cielos en busca de su amor perdido y, últimamente, ¡no recuerdo cuándo!, conversé con un humilde leñador, mientras compartíamos su pavo en el bosque. Solo quiero charlar unos minutos antes de irnos, toma asiento– le dijo.

–¿Irnos?, ¿A dónde? ¿Quién es usted?  No iré con usted a ningún lado– contestó Alberto, nervioso y preocupado.

–Siéntate– le dijo con voz melosa. Molesto, tomó una silla, la volteó y recargó sus brazos en la cabecera de la misma. –Bien, ¿qué quiere de mí? Sepa usted que dinero no tengo- dijo.

La mujer sonrió.

–Debes saber que nunca vengo por cosas viles como el dinero. Ya sabes quién soy. Pero antes, descríbeme; ¿cómo me ves? ¿Cuál es mi apariencia?

–¡No se burle de mí! –dijo el hombre. –Una hermosa y elegante dama como usted, sabe bien que no va a encontrar nada de lo que acostumbra en casas como esta. Es mejor que se marche– le dijo más como una petición.

–Empezamos bien –volvió a sonreír. – ¿Así que te parezco una hermosa y elegante dama? La gran mayoría tiene la imagen que soy horrible y con una guadaña en la mano –soltó una sonora carcajada.

Alberto sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo, empezó a sudar…

–Usted, usted es… No, no puede ser –le dijo. – ¡No puede ser!, usted no es más que una mala broma.

-El ser humano siempre me ha visto como quiere verme; según sus miedos, su ignorancia, sus temores; aunque me teme, se mofa de mí. Soy así, como tú me quieres ver y eso habla bien de ti. Soy dialéctica de la naturaleza, el arriba y el abajo, el fuera y dentro, el bien y el mal. Todo depende de qué lado te encuentres. ¿Está claro? Soy principio y fin.

Continuará el próximo miércoles

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