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Talla fábula sobre el amor en “Pinocchio”

La cinta animada stop motion de Guillermo del Toro llega a cines selectos del país, antes de su estreno global en Netflix el 9 de diciembre.
Foto(s): Cortesía
Redacción

Agencia Reforma

"¿Para ser amado tienes que cambiar?", se preguntó Guillermo del Toro cuando era niño después de conocer la historia de Pinocchio, una marioneta de madera que cobra vida y sueña con ser un infante de carne y hueso.

Eso le parecía inaceptable y no era el mensaje que quería rescatar del cuento que Carlo Collodi publicó en 1883, pues consideraba que aquella criatura tendría más dudas.

A ojos del director de La Forma del Agua y El Callejón de las Almas Perdidas, aquel muñeco animado sería más similar a Frankenstein, pues debe descubrir un mundo que lo odia, no sabe por qué existe ni quién es.

Su visión animada stop motion del personaje llega hoy a cines selectos del país, antes de su estreno global en Netflix el 9 de diciembre, en una versión que describe como más sombría, pero que retrata a su protagonista como alguien guiado por el amor.

"Nos encontramos en un mundo que se ha vuelto mucho más complicado, los niños ahora tienen preguntas y quieren saber cosas que son realmente complejas, como sus emociones", detalla el director en las notas de producción de su película.

"Si tiras de dos o tres hilos que son completamente inversos a lo que normalmente se hace con un material clásico, no es que sea contrario, simplemente te diste cuenta de que este material cantará de una manera diferente si cambiamos la tonalidad".

En su Pinocho, codirigida por Mark Gustafson, el mexicano parte de un Geppetto (David Bradley) herido por la muerte de su hijo, quien ebrio talla una marioneta con varias desproporciones en el diseño.

Al observar su dolor, el Espíritu del Bosque (Tilda Swinton) decide dar vida al muñeco (Gregory Mann) para acompañar al carpintero, pero este, lejos de alegrarse, siente pavor.

Frente a él tiene a una criatura de madera que lo llama padre, canta, baila, pregunta todo y no está dispuesta a perder su libertad ante la política fascista o la religión.

"Fue importante para los escritores ambientar la película durante el apogeo de (Benito) Mussolini (líder fascista). Para mí era importante mostrar un mundo en el que todo el mundo se comporta como un títere y obedece y el títere es el único desobediente", indica del Toro.

Para acompañar a Pinocho, el Espíritu del Bosque hace un trato con el grillo Sebastian J. Cricket (Ewan McGregor), que solía vivir en el árbol que fue usado para tallar su creación.

Además, al ser una historia que parte de la vida, la muerte es otro eje central, la cual representa a través de un limbo y otro espíritu.

El cineasta cree que la animación stop motion le permitía hacer trascender a su visión, con un diseño del artista Gris Grimly.

 

"En unos pocos gestos, Gris capturó la naturaleza elemental del personaje como nunca antes la había visto. Tenía la energía infantil y la pureza de un títere que es rebelde, pero tiene un buen corazón", remarca el director de El Laberinto del Fauno.

 

Este me pareció el momento perfecto para hacer una versión más sombría de Pinocho. Quería hacer una película sincera, una que creo que cualquier audiencia pudiera ver, pero también tomar una de las formas de animación más delicadas y artesanales", Guillermo del Toro, cineasta.

 

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