Carina Pérez García
El nuevo libro de Magdalena Pérez Selvas, “Poética de la ansiedad”, es resultado del trabajo entre tres mujeres: ella misma, como autora; Rocío Moreno Amezola, quien diseñó la experiencia visual del poemario; y Gloria Soto Ángeles, poeta que prologa la publicación.
En su prólogo, Gloria Soto escribe: “Las palabras nacen y mueren en la boca; la escritura, en su intento de asirlas, va tejiendo un poema, por ejemplo, con el fin de dejar instantes inscritos que no hubieran podido ser nombrados de otra forma, porque una cosa es articular ideas y expresar cosas concretas; pero, ¿quién se atreve a dar cuenta de los torrentes, huracanes, desiertos y selvas que nos habitan?”.
Y continúa: “Pareciera que el poeta, más que construir y crear con la palabra, su herramienta, pulsa en los botones del misterio, esperando a que éste se abra y revele un lenguaje que funja de puente con el lector, quien va penetrando en este lenguaje poco a poco, como quien se va reconociendo en un espejo. Estos versos, que a continuación leerás, no solo revelan el universo de la autora, es muy probable que en su voz te encuentres a ti, a fin de cuentas, estamos”.
Y aquí un fragmento del poemario:
“Una cosa es expandir la conciencia y otra, muy otra, el río transparente en que se ahoga.
Hay odio detrás de cada copa. Y luego, un espectro de sombras invade la habitación.
Es la culpa al día siguiente; el alma se enfría, el cuerpo se enferma.
Secuestrada por la oscuridad, la vida se evapora”.
