Mónica Ortiz Sampablo
Segunda de tres partes
La poeta decidió cuándo y cómo moriría; esa noche, luego de acostar a sus pequeños, cerrar muy bien las puertas y cerciorarse de que ese momento era únicamente para ella, se encerró en la cocina, metió la cabeza en el horno y abrió la llave del gas; sabía muy bien la hora a la que llegaría la persona que se encargaba de ayudarle en la casa; lo planeó a sabiendas de que no serían sus hijos quienes la encontrarían ya sin vida. Era febrero del año de 1963, y ella tenía apenas 30 años.
Gracias a la correspondencia que sostuvo con su madre, Aurelia Schober Plath, desde que dejó la casa para estudiar la universidad hasta poco antes de su muerte, se rescata mucho de la biografía de la escritora: sus dificultades, retos, triunfos; momentos alegres y de gran desesperanza. Por estas cartas se mira a la mujer, a la madre, a la esposa, la chica enamorada y destrozada. Se vislumbra lo que ahora se conoce como trastorno bipolar, la imposibilidad de que alguien pudiera hacer algo por ella antes de atribuir a su condición de mujer frágil el no poder lidiar con el abandono del esposo y la responsabilidad de hacerse cargo de los dos hijos, las implicaciones de sostener el hogar y la necesidad de escribir.
Cabe mencionar que es posible leer las cartas de Sylvia en los volúmenes de la editorial Tres Hermanas, debido al exhaustivo trabajo de recopilación de Peter K. Steinberg y Karen V. Kukil, tarea nada sencilla, ya que prácticamente toda la obra de la escritora quedó en manos de Ted Hughes, su aún marido, quien en aras de proteger su imagen, editó los textos de Sylvia.
Cuando la escritura se convierte en un medio de comunicación, cobra un sentido muy profundo, y cuando se hace con la madre no existen trucos que alteren lo que realmente se siente, tal y como sucedía con Sylvia y Aurelia; la descripción es uno de los recursos que en las cartas nos ayuda a contemplar los espacios que habitaba, pero también a entender lo que sentía; es notorio el cambio que se da cuando se convierte en esposa y el espacio de la escritura comienza a ser protagonizado por Ted.
Continuará el próximo miércoles…
