Antia Alfonso
La juventud de Luisa termina al recibir un telegrama. En él le informan que su tío Apolonio está a punto de morir a los setenta y pocos años y desea verla por última vez, así que ella se apresura a su pueblo natal invadida por el dolor de saber moribundo a aquel hombre que la acogió en su casa como a una hija durante mucho tiempo. No sospecha que aquel es el inicio de su desventura, pues ante el aparentemente inevitable final el enfermo decide casarse con ella in articulo mortis con el fin de poder heredarle sus bienes, cosa que ella termina aceptando a pesar del asco que le genera debido a la presión incesante que su familia ejerce sobre ella.
Inés Arredondo (1928-1989) es una de las cuentistas mexicanas más sobresalientes. Su trayectoria literaria se caracterizó por abordar temas que hasta ese entonces eran ampliamente censurados; tales como el abuso sexual, el incesto, el aborto o el maltrato, desde una perspectiva realista y sumamente cruda. Su relato “La Sunamita” crea un símil entre la historia homónima contada en la biblia y la de una joven que decide acompañar a su tío en sus últimos días pero termina atrapada con él en un matrimonio lleno de perversión, sentimiento que parece mantener vivo a aquel anciano que no termina de atravesar el umbral de la muerte.
El cuento, narrado en primera persona por Luisa, explora el derrumbe de su mundo interior; cómo va poco a poco siendo consumida por conductas que no dependen de ella pero de las que aun así se siente responsable. La protagonista cae en un vacío de soledad, asco y tristeza a medida que avanza la trama y se va convenciendo de que no hay salida alguna, llegando paulatinamente a la amarga resignación de quienes, por uno u otro factor, son incapaces de revelarse. Lo que la obliga a permanecer no es el amor ni mucho menos el interés, su motivación responde más bien a una cuestión moral propia del “deber ser” de la mujer, acentuado en el entorno rural de mediados del siglo pasado que, sin embargo, sigue presente en nuestros días.
