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EL LECTOR FURTIVO: Tennessee, como el famoso río

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Foto(s): Cortesía
Redacción

Rafael Alfonso

 

Fue un 25 de febrero de 1983. Tennessee Williams fue encontrado muerto en una suite del Hotel Elysée en Nueva York. El informe del médico forense indicó que murió atragantado con el tapón de un envase de gotas para los ojos —quizá intentó abrirlo con los dientes, quizá lo sostenía entre ellos mientras se aplicaba el líquido—. El informe forense indicó que había, además, rastros de fármacos y alcohol, mismos que pudieron haber contribuido a su muerte al inhibir sus reflejos.

Tennessee Williams nació en Columbus, Mississippi, en 1911, con el nombre de Thomas Lanier Williams Tercero. Hijo de una madre sureña, perteneciente a una familia de rancio abolengo, pero venida a menos. Su infancia estuvo marcada por la pobreza y la inestabilidad familiar a la que mucho contribuía su padre alcohólico, situación que marcarían su obra, plagada de personajes complejos y ambientes cargados de tensión. 

Tennessee (como el famoso río que fluye por cuatro estados) fue el sobrenombre con que sus compañeros de la Universidad de Misuri, Columbia lo identificaban y hace referencia a su marcado acento sureño. El dramaturgo finalmente lo adoptó como su propio nombre.

Tennessee experimentó desde niño la decadencia y la hipocresía de la clase alta. Su conflictiva relación con su dominante madre; su homosexualidad, reprimida en una época intolerante, y la tragedia de su querida hermana Rose —paciente regular de instituciones psiquiátricas hasta su brutal y fallida lobotomía—, marcaron su carácter y forjaron una mirada crítica y sensible hacia la fragilidad humana. 

El genio atormentado de Williams creó títulos emblemáticos del teatro del Siglo Veinte como "La gata sobre el tejado caliente", "El zoológico de cristal" y "De repente, el último verano"; pero sin duda, la más exitosa y trascendente de ellas ha sido "Un tranvía llamado deseo", una obra que desnuda el alma humana con una mezcla de crudeza y poesía a partes iguales.

La obra nos presenta a Blanche DuBois, una frágil mujer de pasado turbulento, que llega a Nueva Orléans para refugiarse en el modesto apartamento de su hermana Stella y su cuñado Stanley Kowalski. La tensión y la atracción entre Blanche y Stanley es inevitable: ella representa una sensibilidad y un refinamiento fuera de lugar, mientras que él encarna la crudeza y la violencia del entorno.

Durante la obra, asistimos al desmoronamiento de Blanche. Sus mentiras y fantasías se van desintegrando ante la realidad del mundo que la rodea. Su alcoholismo, sus desequilibrios emocionales y su promiscuidad la convierten en una víctima de la jungla urbana. "Un tranvía llamado deseo" explora temas universales como la fragilidad mental, la búsqueda de la identidad, la dependencia emocional y la violencia.

La obra de Williams cosechó un éxito inmediato desde su estreno en Broadway en 1947. Ganó el premio Pulitzer al año siguiente y ha sido traducida a más de 30 idiomas. En 1951, Elia Kazan dirigió la adaptación cinematográfica de la obra, con Marlon Brando y Vivien Leigh en los papeles protagónicos. La película se convirtió en un clásico del cine y ganó tres premios Oscar.

A pesar de su deseo de ser enterrado junto al mar, Tennessee Williams descansa en el Cementerio Calvary de San Luis, Misuri. Legó los derechos literarios de sus obras a Sewanee, la Universidad del Sur, fondos que sostienen actualmente un programa de escritura creativa.

 

"El genio atormentado de Williams creó títulos emblemáticos del teatro del Siglo Veinte".

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